Capítulo 4: "Mi hermano gemelo"

413 40 6
                                    


El fin de semana llego y un atractivo jovencito de cabello alborotado se encontraba alistándose para ir a la fiesta de despedida de vacaciones organizada por sus amigos del gimnasio, cuando en eso la puerta de su habitación empezó a sonar.

Toc toc toc

Adelante, dijo Gokú.

Con que era cierto, dijo Turles mirando a Gokú de pies a cabeza.

¿No te entiendo?, dijo Gokú colocándose su casaca.

Desde que llegamos, no hemos salido a ningún lado porque aún no nos adaptamos a esta ciudad, ya que desde muy niños vivimos prácticamente en el extranjero y tú mí desconsiderado hermanito te vas de parranda y ni siquiera invitas, decía Turles con molestia.

Pero es una fiesta organizada por mis amigos de gimnasio, tú ni siquiera los conoces, te vas a sentir incomodo, dijo con tranquilidad Gokú.

Respóndeme algo, ¿abra chicas?, dijo Turles con una mirada picara.

Si mis amigos invitaron a algunas chicas de la preparatoria donde estudiamos, dijo Gokú sin comprender.

Eso es suficiente, ¡iré contigo¡ dijo con firmeza Turles.

Pero, si mis amigos se molestan, ellos no te conocen, decía Gokú.

Con mucha más razón es una gran oportunidad antes de que empiecen las clases de que me conozcas y de que yo conozca a esas nenas y a los gusanos de tus amigos, dijo Turles riendo.

No hables así, que me recuerdas a Vegueta, dijo Gokú sonriendo.

¿Vegueta?, dijo Turles incrédulo de que el mismo Vegueta que conocía estuviera en el mismo lugar que él.

Voy a comunicarme con mis amigos para decirles que irás conmigo, dijo Gokú marcando el número de Ten.

Minutos después:

No hay problema, puedes ir y si Raditz quiere también, dijo Gokú sonriendo.

Claro que Raditz tiene que ir, para que nos lleve en el auto que papá le compro. Voy a cambiarme y a avisar a Raditz, dijo Turles saliendo de la habitación de su hermano.

Casa de Milk:

Una bella jovencita pelinegra cepilla su largo cabello azabache mientras se miraba al espejo.

Espero verme bien, si tan solo me vieras de otra forma sería más fácil acercarme a ti, pensaba la bella pelinegra mientras vio su imagen proyectada en el espejo y sonrío.

Minutos después:

La bella jovencita salía de su habitación y se dirigía a su sala a esperar que su padre vuelva de su trabajo para que la lleve a la fiesta organizada por sus amigos.

Luego de algunos minutos de espera un gigantesco hombre entro a la vivienda.

¡Papito buenas noches¡ dijo la bella pelinegra acercándose a su padre a saludarlo con un beso en la mejilla.

Mi niña, disculpa la demora, pero se me presento un pequeño inconveniente, dejo mis cosas en mi habitación y bajo para llevarte a esa fiesta, pero antes déjame decirte que estás bellísima, dijo el gigantesco hombre mientras la pelinegra sonreía.

Casa de la familia Son:

Gine y Bardock se encontraban platicando junto a su hijo mayor en la sala mientras esperaban que los gemelos Son bajasen para que Raditz los llevara a la fiesta.

"Corazón partido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora