Capítulo 5: "Primer día de clases"

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Desde el día de la fiesta Gokú, no había vuelto a ver a Milk, ya que sus padres aprovechando las escasas horas que les quedaban a sus hijos de vacaciones decidieron realizar un paseo familiar por lo cuál el joven de cabello alborotado no pudo ver a la pelinegra en el gimnasio el último día que tenía de vacaciones.

Carretera:

¿Y qué tal hijos se divirtieron ayer en la fiesta?, pregunto Bardock mientras conducía la camioneta doble cabina donde iba toda su familia.

Si, nos divertimos mucho padre, dijo Raditz.

Yo conocí a una nena por la que estoy contando las horas para volver a verla mañana en clases, dijo con toda la frescura del mundo Turles, mientras sus padres reían y Gokú miraba intrigado a su hermano.

Hijo tú siempre tan conquistador, dijo Gine riendo.

Pero esta vez será distinto mamá, yo por esa nena cambiaría a todas, dijo Turles riendo.

¿De quién hablas?, dijo Gokú temiendo lo peor.

De esa belleza que tienes por amiga, dijo Turles riendo, mientras el abuelo de los jóvenes miraba a Gokú preocupado.

No te atrevas a molestar a Milk, ella no es como las chicas que de seguro has tratado, decía Gokú con calma.

Lo sé, por eso llamo mi atención, será todo un reto conquistarla, además no pienso molestarla querido hermanito, sino amarla, dijo Turles, mientras Gokú prefirió no continuar con la discusión mientras entristecía ante la posibilidad de que su hermano pueda conquistar a la niña que el siempre amo pero por temor a perder su amistad no se atrevía a confesarle sus sentimientos.

El paseo familiar fue divertido, la familia Son fue a la playa donde pasaron un agradable día juntos: jugaron, comieron y se divirtieron como nunca imaginaron, luego volvieron a su casa. Gokú subió a prisa a su habitación con la excusa de que no había alistado aun sus cosas para su primer día de clases pero en realidad el joven de cabello alborotado durante todo el día había tratado de ocultad el dolor que sentía desde que escucho decir a su hermano gemelo que conquistaría a la niña que el amaba.

Gokú llego corriendo a su habitación y cerro con seguro la puerta, luego se dirigió al armario, donde había trasladado la foto de la pelinegra que tenía en el armario de la casa donde vivió con su abuelo y acarició el rostro de la pelinegra con sus dedos mientras decía con lágrimas en los ojos: si tan solo no fuera tan cobarde, pero tengo miedo a perderte, tengo miedo a que ya no quieras hablarme por haber faltado a la promesa de siempre ser amigos.

Casa de Milk:

Una bella pelinegra terminaba de escribir en su diario, mientras pensaba: te extrañe tanto hoy, pero mañana volveré a verte, volveremos a sentarnos juntos como desde que hubo una reestructuración de las aulas en la escuela, ese día fue el día más feliz de mi vida.

-.Recuerdo.-

Un par de jovencitos pelinegros de aproximadamente 12 años miraban el pizarrón que se encontraban al ingreso de su escuela donde figuraban las nuevas aulas.

Milk, estudiaremos juntos, estás en mi aula, decía feliz Gokú.

¿En verdad?, decía emocionada la bella jovencita pelinegra.

Sí, mira, decía Gokú señalando con su dedo el nombre de la pelinegra en la lista.

Que alegría, entonces ahora podremos compartir carpeta, dijo Milk sonrojándose mientras agachaba la mirada.

"Corazón partido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora