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Yoon Gi.

Después de a ver visto a Ji Min con un chico ya casi desnudándose me fui a dormir, a verlo visto con ese chico besándose como nunca o sintiendo su cuerpo bien formado con color de piel envidiable, me daban ganas de sacarle los ojos a ese chico. Tal vez eran celos o enojo pero de lo que estaba seguro ese que después de gritarle a Ji Min me sentí mal, cuando le dije "me das asco" me dolió hasta a mi pero era la verdad, odiaba que alguien tocara su cuerpo y yo no pudiera y peor si los embriagó.

Los rayos del sol traspasaban las cortinas llegando a mis ojos, mire a la cama de y no se encontraba en ella, me refregue los ojos del sueño y salí de la habitación.
Ya estaba en el último escalón y mis ojos ya miraban a Ji Min durmiendo en el sofá marrón que tenían, me acerque a él para mirarlo mejor y estaba en posición fetal.

Este niño me daba diabetes con solo mirarlo.

Sacudí mi cabeza en negación y me dirigí a la cocina por un café, estaba molesto con Ji Min y no pensaba en hablarle.

Tenía mis manos enrolladas en la taza de café, me ubicaba sentado en el escalón de la entrada de la casa mirando como la gente de afuera disfrutaba el día soleado.
Escuche un bostezo dentro de la casa y de seguro era de Ji Min, que ya estaba despertándose. No pensaba en ir a verlo.
Ahora reconozco que todo esto son celos que no me debería de corresponder, es mi primo y hay cero posibiladades de que estemos juntos por para empezar no le gusto y somos familia.

Había dejado la puerta entre cerrada y supuse que Ji Min de había dado cuenta de que yo estaba afuera.
Sentí como sus pies tocaban y se levantaban cerca mío por el frío suelo de la cerámica de la casa.
Le di un sorbo a mi taza y se detuvo detrás mio, mirándome o no, no me iba a dar vuelta.

—hyung...—. Dijo con suavidad.

Lo ignoré.

—¿estas molesto?—.

Seguí ignorándolo.

—¡hyung!—. Grito.

—que quieres Ji Min—. Dije molesto.

—¿estas molesto?—. Acercándose a mi lentamente.

—no—. Continúe.

—¿por que estaría molesto? Tu sabes lo que haces. Me da lo mismo lo que hagas—. Dije sin importancia.

Mentí.

—esta bien—.

Alejándose de mí. No me gustaba mentir pero esta vez era necesario, ¿no?.

Me tome el ultimo sorbo y me levante del suelo entrando a la casa sin escuchar ningún ruido, mire a la mesa del comedor y mi celular esta vibrando con la llamada de mi Eomma.

*Llamada entrante*

—¡mi niñito!—. Gritó desde la otra línea, alejándome del celular por el fuerte grito.

—hola Eomma—. Saludé.

—¿como esta el bebé más lindo del mundo?—.

—bien Eomma, no me trates como bebé—. Moviendo el móvil al otro ladode mi oreja.

—¿y Ji Min? ¿se divierten?—. Preguntó recordando lo del día anterior.

—¿Yoon Gi?, ¿sigues ahí?—. Sacandome de mis pensamientos.

—sí sí, esta bien. Eomma estoy ocupado te hablo después, adiós—. Dije apurado. No tenia ganas de hablar con nadie.

—bueno, te am- —.

¿Primos?; y.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora