Capitulo 18

6.2K 245 45
                                        

- Me permites esta pieza- hace una reverencia con su cuerpo ante mi, una risita se escapa de mis labios y con ello él me sigue.

-Claro- le digo haciendo el mismo gesto que él hace unos momentos.

Era mi imaginación o Luke estaba mas guapo; creo que esa palabra le quedaría por los talones. Traía puesto unos jeans negros rasgados pero no excesivamente, una camisilla blanca con algo de estampado y encima de esta un ligero abrigo negro ceñido a su trabajo cuerpo.

Llegamos a la pequeña pista de baile y nos disponemos a lo que pensábamos hacer.

Bailar.

Sus manos se posaron delicadamente sobre mi cintura, por inercia mis brazos llegan hasta su cuello rodeándolo de forma delicada. La música suena entorno al pequeño espacio, en este caso; la pista de baile. Es así como no solo pasan minutos, ni segundos; si no horas bailando al compás con Luke.

Para ser más exactos 2 horas llenas de grandiosas piezas de baile.

Nos encontrábamos en la barra tomando uno que otro trago de voldka, charlando sobre cosas estúpidas y soportando las bromas de parte del castaño.

- Cuéntame, ¿Por que tan sola cuando te encontré?- me dice intrigado. Lo miro por unos segundos y giro mi cabeza tan rápido como se me es posible, dejándo mi vista en la pista de baile.

- Fue vanessa- digo soltando un suspiro de frustración, recordando en aquél momento que me había dejado tirada en la barra.

Regreso mi vista en el castaño, quién hace una mueca demostrando la confusión ante mis palabras.

- Mi mejor amiga- le explicó al castaño, quién asiente en forma de afirmación

En ese momento mi celular vibra confirmado la llegada de un mensaje de texto.

"No me mates, pero tendrás que irte sola a casa. Me encontré con severo bombón 😍.

Te amo. Vanessa"

Maldita hija del demonio, me ha dejado sola.

Levanto mi cabeza para ver a Luke donde esté me observa de forma intrigante.

-¿Que ha pasado?- pregunta- No es por nada preciosa pero podrías soltar mi mano, duele- dice.

Mi vista se posa en el agarre que mantenía en la mano del castaño, rápidamente la suelto como si de fuego se tratase y bajo la cabeza.

Que vergüenza.

-Lo siento- mi rostro debe de ser un tomate; decido levantarme para ir al baño pero antes aviso a mi acompañante. Al llegar nuevamente a la barra noto que Luke ya no esta, supongo que tuvo que irse o solo se canso de esperar, quien sabe. 

Pido al barban una botella de agua con gas y visualizo la pista de baile la cual se encuentra vacía por culpa de la canción que esta sonando en estos momentos. 

Wonderwall de Oasis.

*****

-Cuídate, por que las paredes escuchan y escuchan muy bien- frunzo el ceño por la frase escrita que se encontraba dentro de la galleta de la fortuna. Decidí salir del bar e ir por comida aunque la posibilidad de encontrar un lugar abierto a esa hora eran pocas. Luego de caminar unas cuantas cuadras encontré un pequeño restaurante chino, así que aproveche el momento para tomar una de las galletas que yacían allí.

El reloj en mi muñeca marca la una de la madrugada, las luces de los faroles de las solitarias calles eran las únicas presentes que me acompañaban. Paro en seco al escuchar pisadas detrás de mi, volteo para ver de quien se trata. 

Nadie.

Retomo mi camino, pero esta vez agilizando mis pasos, nuevamente mis oídos captan pisadas y puedo sentir que se acercan a mi de forma rápida.

No lo dudo y empiezo a correr como también las pisadas lo hacen. Mi respiración es cada vez mas agitada, giro mi rostro y efectivamente noto como un hombre corre a por mi, no puedo ver su rostro ya que gran parte de éste esta cubierto por un cubre bocas negro. 

Corre, corre, corre...

Doy un giro en una de las calles chocando repentinamente con alguien, caigo de bruces al suelo raspando mis rodillas por el golpe, escucho como la otra persona me dice que tenga cuidado pero mi atención se centra en el sujeto que iba detrás mio.

-¿Elizabeth?- una manos se posan en mis hombros girándome- Oye, Beth ¿te encuentras bien?- parpadeo varias veces para salir del trance en el que estaba pero no alzo la mirada, la mantengo en el frió pavimento. 

- Y-yo, alguien me estaba s-siguiendo- hago mis manos puños, no tenia conocimiento de que éstas estaban temblando. 

- No hay nadie, Elizabeth- volteo mi rostro y efectivamente no hay nadie, solo la oscuridad de la calle. Decido encara a la persona que se encuentra a mi lado y me arrepiento de haberlo hecho.

-Damian

*****



Mi BoxeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora