CLARISA
Al principio no puedo moverme por que cada vez que lo intento una corriente de dolor recorre mi cuerpo de manera lenta hasta que me hace gritar y llorar.
Veo como la luz entra por la ventana mostrando una habitacion con paredes color blancas que tiene un escritorio en un rincon junto con una silla. No hay nadie mas que yo pero tampoco creo que hubo alguien en mucho tiempo.
Levanto la frasada que me cubre intentando contener un jadeo y estiro mis piernas hacia fuera de la cama pero enseguida me detengo cuando una punzada me cruza impidiendo que haga cualquier moviento.
-¿Que haces? -Pregunta una voz de repente abriendo la puerta -Quedate quieta o la empeoras.
Lleva una remera color blanca con los pantalones oscuros, tiene el cabello corto y ojos color cafe que me mrian con frialdad. Su tono es igual y casi me causa escalfrios por el terror que me produce haciendo que olvide por unos segundos donde me encuentro y que estoy herida.
-¿Quien...? ¿Quien eres? -Pregunto.
El suelta un suspiro y antes de que me de cuenta camina hasta mi, me levanta la remera hasta las costillas y sacude la cabeza enojado:
-¿Que hiciste? ¡Maldicion!
Sale de la habitacion casi corriendo y los pocos minutos regresa con una caja en las manos. Me pide que me recueste otra vez pero estoy demasiado aturdida para hacerle caso asi soltando un suspiro otra vez me empuja desde el hombro.
-¿Tienes una idea de lo que me costo curarte? -Me pregunta con los dientes apretados.
-¡Dejame!
-¡Callate!
Me quita la venda sin cuidado y la arroja al suelo molesto, maldice y me pregunta por que lo hice y yo quiero decirle que hice lo que cualquiera haria en mi lugar.
-¡Me duele! -Grito -¡Detente!
Me sacudo mientras el mueve sus manos por mi cuerpo tranquilo y con una velocidad impresionante pero no menos dolorosa.
-¡Deja de quejarte y quedate quieta! -Me ordena.
-¡Pero duele! -Lloriqueo intentando apartarlo.
-Eso debiste pensar antes de pedirme que te salvara -Sacude la cabeza.
Gruñe antes de empezar cocer y yo me desmayo por que el dolor se vuelve insportable.
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Cuando despierto ya es de noche, el me esta mirando con los brazos cruzados sobre su pecho. Su ropa esta manchada con mi sangre pero a el no parece importarle.
-¿Quien eres? -Le pregunto en un susurro.
-¿No me vas a agradecer? -Pregunta.
Eso es verdad pero no lo conozco y no se donde estoy por lo que no me puedo permitir el privilegio de tomarme el tiempo en pensar que me curo las heridas y que ahora debo agradecerle. Muevo el brazo para intentar apoyarme:
-¿Dijiste que te dolia pero aun asi quieres volver a repetir todo eso? Por que yo no quiero soportar otra vez tus lloriqueos.
-¿Donde estoy?
-En mi casa -Contesta.
-¿Por que estoy aqui? -Insisto.
Suspira y al principio me mira incredulo pero luego su expresion cambia por una cansada. Pasa sus manos por su cabello.
-Por que me pediste que te ayudara.
Eso es mentira por que es imposible que hiciera eso. ¿Como le podria pedir eso a la persona que fue uno de los que me persiguio para matarme solo por encontrarme en el lugar equivocado? No. Eso seria estupido.
-¿Por que le pediria eso aun chico que intento matarme? -Levanto una ceja -Ademas ¿Por que lo harias?
Sus ojos se abren mas con horror aunque despues se llenan de dolor pero al final aprieta los dientes y se pone tenso.
-Por que me pediste por favor que te salvara -Escupe.

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El es mio
Teen FictionRecuerda que te amo. Novela creada en el 2016 Incluye: *El es mío: Primera temporada *El es mio: Nuevo comienzo: Segunda temporada *Extras