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CLARISA

Me miraba de esa manera en la que solo el podia, su mano estaba a la altura de mi rostro y sus labios estaban a centimetros de los mios mientras sus dedos acarician mi brazo una y otra vez suave y de manera desesperante.

-La proxima semana ¿Que dia? -Continua tranquilo.

Creo que sabe que le menti pero no puedo decirle la verdad aun... no puedo decirle que en realidad hoy es mi cumpleaños.

-El viernes -Miento mirando sus labios.

Entorna los ojos y gira el rostro a un lado: no me cree.

-Bien -Dice de repente alejandose de mi.

Sigo acurrucada en un rincon mientras el se pone de pie y me mira sonriendo...¿Por que siempre me hace eso? Le pregunto si puedo agarrar a Stephen, el me dice que no y le pregunto por que el ya no me presta atencion. Agarra el oso del suelo y camina hasta nuestra habitacion.

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Al dia siguiente quiero preguntarle por que queria saber cuando era mis cumpleaños y si me va a quitar las vendas pero cada vez que lo miro y veo lo feliz que esta por alguna razon no puedo hacerlo...pero ¿Cuanto tiempo nos queda juntos?

-Entonces... ¿Me ensañaras a cocinar? -Le pregunto.

Sonrie divertido y me mira burlon.

-Hablo enserio -Insisto -Aprendo rapido.

Rie divertido.

-Te prometo que esta vez no causare ningun problema -Continuo.

-Lo mismo dijiste la otra vez y te cortaste -Se burla.

-Eso es por que... no estaba prestando atencion...

Miro hacia otro lado avergonzada cuando el comienza a reirse de mi por que tambien recuerda que la razon por la que eso paso fue por que me sonrio de repente...

-No fue mi culpa -Me quejo -Fue tuya... ¡Tu hiciste que me cortara!

-¿Es mi culpa? -Pregunta burlon -¿Por que? ¿Por sonreir?

-¡Tu no tienes que sonreir!

-¿Por que no? Si a ti te encanta cuando sonrio.

Lo miro con horror mientras el se estira hacia mi para tomar mi menton y cerrar mi boca.

-Eres un...

-Si te enseñara a cocinar y luego te tocara prepar algo nos moririamos de hambre por que jamas terminariamos -Rie -Ademas de que tu te moririas desangrada primero.

Ruedo los ojos.

-No me importa si no quieres enseñarme. Puedo aprender sola -Me quejo levantandome de la silla -No necesito tu ayuda.

El me atrapa en sus brazos antes de que pueda pasar por su lado y me sienta en sus piernas con su rostro a centimetros del mio.

-¿Aprender sola? -Pregunta con un ronroneo -¿Con lo torpe que eres? Eso seria divertido de ver.

El deseo de preguntarle por que quiere saber mis cumpleaños vuelve a aparecer pero no puedo hacerlo. Adam dijo que no me iba a besar por que tenia diecisiete ¿Tal vez quiere saber para besarme? o... ¿Quedra algo mas? No creo que sea eso...

-Dejame -Me quejo intentando levantarme.

-¿Que? -Rie -¿Tu puedes abrazarme asi cada vez que quieras pero yo no?

Me abraza con mas fuerza hasta que pega mi espalda a su pecho. Mi corazon late mas rapido y comienzo como siempre a intentar decirle algo pero no lo logro.

-¿Que quieres, Linda? -Pregunta.

-Yo... tu... Adam... yo...

Pongo mis manos encima de las suyas para apartarlo el entralaza nuestros dedos: no estoy preparada aun si eso es lo que el quiere. No con alguien como Adam que seguro debe tener una fila interminable de chicas detras de el, con alguien que seguro se puede aburrir enseguida de mi.

-Te enseñare a cocinar -Dice al fin besando mi nuca -No puedo permitir que te quedes sola con un cuchillo.

La peor compañia que podria tener es la tuya pienso. Cada vez que me sonries no puedo pensar con claridad, nada me sale bien en cuanto me miras.

-Bien -Miento.

Miro sus labios y quiero besarlo.

-Ya no estas herido y yo tampoco asi que no tienes por que seguir durmiendo conmigo -Murmuro -Puedes volver a tu habitacion.

Su cuerpo se pone tenso y yo aprobecho su sorpresa para soltarme de su agarre. El gira la cabeza hacia un lado y parpadea hasta que de apoco se va recuperando.

-Hace dos dias que no dormimos juntos -Me recuerda con tono helado -Y todo es por que insistes en dormir con ese oso.

-Adam -Me quejo.

-Bueno tu en realidad al final terminas siguiendome hasta el sofa en medio de la noche... asi que no entiendo por que me dices esto si terminaras volviendo conmigo.

Esta tan seguro de lo que dice que me molesta por que, que haya tenido un momento de debilidad no significa que vuelva a caer en sus brazos ¿Verdad?

-Eres un...

-Escuchame bien, Clarisa -Dice poniendose de pie y caminando hasta mi -No intentes reemplazarme por ese estupido oso por que no lo lograras.

-Yo no intento...

Inclina su rostro hasta el mio.

-Claro que lo intentas -Me contradice -Y es inutil ademas de peligroso para ese juguete.

-¿Que quieres decir con eso? ¿Que le haras a Stephen?

-Muchas cosas malas si sigue interponiendose en mi camino -Contesta tranquilo.

-¡Adam!

-Por que como te lo regale puedo quitartelo y te aseguro que jamas volverasa verlo ¿Comprendes, Clarisa? -Pregunta con tono serio.

¿Interponerse en su camino? ¿Como demonios el oso Stephen puede hacer eso? ¿A que se refiere? Abro la boca para preguntarselo pero la manera en la que me mira me aterra asi que me quedo callada.

¿Sera que esta celoso de Stephen? No. Eso es imposible...

-Solo sera por esta noche -Digo al fin.

Sonrie burlon:

-Hare pedazos a ese maldito juguete -Me avisa.

-¿Que? -Pregunto sorprendida -¿Por que?

-Asi que te preocupas mas por el que por mi -Niega tomando el cuchillo de la mesada -Lo destuire.

-¡Adam, espera! -Grito siguiendole -¡No le hagas daño!

No se por que siento que con cada palabra que digo estoy empeorando las cosas para Stephen.

El es mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora