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Mi nombre es Hinata Hyuga, tengo 26 años y vivo en la capital de JapónMi vida no ha sido nada fácil, al ser una niña mis padres fallecieron dejándome huérfana, yo quedé al cuidado de una amiga de mi familia, la señora Natsuki Yamada, ella me crío, alimento, cuidó, educó y dio estudios..

Llegué a terminar la carrera de diseñó gráfico, pero no pude ejercerla, ya qué cuando la termine, me casé con un hombre maravilloso, el cuál me gustó desde qué lo conocí..

Nosotros nos conocimos debido a un accidente, ambos chocamos al girar en la esquina de uno de los muchos edificios cercanos en el lugar dónde estudiaba y cuándo nuestras miradas se cruzaron hicieron el famoso clic, dando paso a ser un amor a primera vista..

Después de tratarnos cierto tiempo, iniciamos una relación que terminó en un matrimonio hace cuarto años, su nombre era Toneri Ōtsutsuki.

De nuestro matrimonio nació una niña hermosa qué se llama Naomi. Pero desgraciadamente él falleció hace unos meses dejándome sola, fue un golpe tan duró, pero mi hija se convirtió en el motor de mi vida, mi alegría y consuelo.

Pero con su muerte llegó el principio de mis problemas, dos días después de su entierro cuándo su testamento sería leído, los abogados me decían qué en los proyectos económicos en los qué él había invertido habían fracasaron y debido a eso las deudas económicas eran enormes, tuve qué vender los pocos bienes que me había heredado para cubrir el monto estipulado..

Quedándome prácticamente en la ruina, solo pude conservar una pequeña casa, en la cuál vivo..

Pero no me quejo, tenía por quién luchar y salir adelante, pero no había sido tan fácil, busque empleó de mi carrera, pero al no tener experiencia, no podía tener un puesto de ello, así que decidí buscar trabajo de cualquier otra cosa, pero en todos lados era el mismo resultado, una negativa debido a la falta de experiencia..

Y cuándo estaba por rendirme y sobreviviendo con lo último dinero qué me quedaba, logré conseguir un trabajo de recepcionista en una empresa de ventas, me sentí tan feliz, por fin parecía que las cosas se iban arreglar, pero la vida una vez más me demostró qué para mí no todo era tan fácil.

Mi bella perlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora