Webster y Chadwick Boot

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Isolt pudo reunirse finalmente con gente como ella, aunque fue en circunstancias trágicas. William y ella estaban buscando comida en el bosque un día cuando oyeron un ruido espeluznante no muy lejano. William gritó a Isolt que no se moviera y salió corriendo a través de los árboles, con la flecha venenosa presta.

Por supuesto, Isolt no siguió sus indicaciones y se encontró con una escena horrible al llegar a un pequeño claro poco después. El mismo Siempredetrás que había intentado matar a William había tenido más éxito con un par de ingenuos humanos que ahora yacían muertos en el suelo. Peor aún, muy cerca había dos niños gravemente heridos que esperaban su turno mientras el Siempredetrás se preparaba para destripar a sus padres.

Isolt y el pukwudgie vencieron sin dificultad al Siempredetrás y esta vez lograron destruirlo. El pukwudgie estaba encantado con su labor de aquella tarde y siguió recogiendo moras ignorando los leves quejidos de agonía de los niños que yacían en el suelo. Isolt le indicó muy enfadada que ayudase a llevar a los niños al refugio y William hizo una buena rabieta. Los niños, según dijo, ya estaban muertos. Ayudar a la humanidad iba en contra de las creencias de su especie: Isolt solo era una infortunada excepción porque le había salvado la vida.

La insensibilidad del pukwudgie enervó a Isolt y le propuso salvar la vida de uno de los niños para compensarla por ese episodio. Los dos niños estaban tan enfermos que temía aparecerse con ellos, pero insistió en llevarlos al refugio. A regañadientes, el pukwudgie aceptó cargar al niño mayor, quien se llamaba Chadwick, mientras que Isolt cargó con el pequeño Webster de vuelta a su refugio.

Una vez allí, Isolt le dijo furiosa a William que ya no lo necesitaba. El pukwudgie le echó una mirada furibunda y se desvaneció.

Magia en NorteaméricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora