Capítulo 9

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Elian

Mierda, la había cagado, la había cagado en grande, había arruinado todo con ella, con la única persona que valía la pena en este puto mundo, la única persona que ponía mi mundo de cabeza, nunca me lo voy a perdonar, nunca.

Verla ahí, mirarme decepcionada me hizo sentir como una gran puta mierda, me sentí miserable cuando la zorra de Leyla le grito a su jefe que la despidiera yo no hice nada, me quedé callado como el cobarde que soy.

Ese día, ese beso, sus labios eran tan suaves y dulces, diablos, ese día huí como un vil cobarde, como la rata asquerosa que era.

-¡Lárgate de aquí si no quieres que te reviente la cabeza de un balazo! - le grite enojado a la puta que estaba a mi lado.

-Pero Elian tu d... - la interrumpí poniéndole la pistola en la cabeza.

-¡¿Que acaso no escuchaste maldita puta?! - escupí más que furioso. Esta zorra había hecho sentir mal a Kasia y eso yo no lo perdonaba, aunque claro, no le había hecho más daño que yo.

Ella asintió asustada y se fue corriendo, si no hubiera estado entre toda esta gente la hubiera matado, no hubiera tenido piedad algún con ella.

Suspiré ¿qué haría ahora? Si despedían a Kasia ella me odiaría, eso no lo soportaría. Estaba decidido, no por mis miedos la dejaría ir, si ella era la correcta mandaría a la mierda todo. Sé que sonaba egoísta, pero no la quería perder, le pediría perdón, la recuperaría cueste lo que cueste.

La puerta del restaurante se abrió, vi su pequeño cuerpo salir de ahí, sus ojos estaban inundados en lágrimas, dios, eso jamás me lo perdonaría.

Pude alcanzarla a unas cuantas cuadras de ahí, tome su brazo y ella me miró, me miró con sus hermosos ojos hinchados, ¿que mierda había hecho? Por qué mierda no la defendí ahí dentro, ¿por qué mierda no mate a la puta esa ahí mismo? Deje que lastimara a Kasia mientras yo me quedaba como idiota escuchando todo, yo pude haberle evitado pasar este mal rato a Kasia, pero como siempre, fui un imbecil, era capaz de pedirle perdón de rodillas, no la podía perder, no a ella.

-Kasia - susurre.

-Déjame Elian - dijo sollozando. Mierda, la había cagado.

-Kasia, perdóname por favor - suplique mirándola a los ojos.

-No Elian, suéltame - quiso soltarse de mi agarre.

-Kasia, déjame... déjame explicarte, por favor, yo no quise que eso pasara -

-¡Me despidieron Elian! - gritó - ¡tú pudiste haberlo evitado! Pero dime ¿que hiciste? ¡Eh! Dime - explotó llorando - tú sabías lo mucho que necesitaba el trabajo, y ahora me quede sin nada - se tapo la cara con las dos manos.

-Kasia - no sabia que decirle, nunca me había encontrado en una situación así - por favor, déjame arreglarlo, Kasia, yo... puedo hablar con tu jef... - dije tratando de solucionar todo, pero no sería fácil.

-No se trata de eso Elian - dijo mirando al suelo - pensé... pensé que esto iba enserio - dijo en un susurro - tú en verdad me gustabas - finalizó soltándose de mi agarre.

¿Le gustaba? ¿Enserio le gustaba? Mierda, ahora sí que me sentía la escoria más grande del mundo, había echado a perder todo. Por fin había encontrado a alguien que valía la pena y por mis estupideces la estaba perdiendo, pero no podía hacerlo, la recuperaría cueste lo que cueste.

SCARSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora