Capítulo 12

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Elian

Mierda, tome a Kasia del brazo rápidamente y la obligue a pararse para así correr al baño, el cual afortunadamente estaba vacío, cerré la puerta con el seguro, otro balazo aún más cerca se escucho, Kasia pego un grito.

-Tranquila Kasia - me acerqué para así abrazarla - tranquila - acaricie su hermoso cabello. Ella estaba temblando, no quería verla así, estaba muy asustada, diablos.

-Tengo miedo Elian - sus brazos me rodeaban fuertemente - ¿que pasa? ¿Te buscan a ti? - preguntó.

-No tengas miedo, nunca dejaría que te pasara algo Kasia - bese su mejilla.

Otro y otro balazo, gritos se escuchaban fuera, quería salir pero no podía dejar a mi Kasia sola.

Unos golpes fuertes en la puerta hicieron que nos paráramos rápidamente del piso, mierda.

-Elian - tembló Kasia.

-Tranquila - susurre y me acerque a la puerta sacando el arma que siempre cargaba, Kasia me miró asustada, yo negué con la cabeza.

-Kasia... - los golpes insistentes me interrumpieron.

-Jefe, somos nosotros - escuche la voz de Jean, al fin habían llegado mis hombres, me sentí aliviado, tome a Kasia en mis brazos y lentamente abrí la puerta, ahí estaban cuatro de mis hombres.

-Ya los eliminamos jefe, puede salir - habló Jean serio, asentí - ¡cubranlo! - gritó y rápidamente los demás hombres se pusieron a mi alrededor protegiéndome.

Salimos dejando atrás el restaurante hecho mierda, las mesas estaban tiradas, habían ventanas rotas, y estaba completamente solo.

Rápidamente me lleve a Kasia hacia una de las camionetas, no quería que viera como mis hombres se llevaban los cuerpos de los hijos de puta.

Ella seguía muy asustada y temblaba mucho, no sabia como tranquilizarla, me senté a su lado y tome su cabeza entre mis manos.

-Respira Kasia, ya pasó, tranquila - la mire a los ojos, en los de ella tenía pequeñas lágrimas. Joder.

-Quiero ir a casa Elian - susurró, no quería que ella tuviera miedo de mi, no quería que tuviera miedo de la vida que llevaba, no quería que se asustara de todo esto y se alejara de mi, no quería perderla.

-Perdóname Kasia, yo... no quería que esto pasara, por favor no... no te alejes de mí - susurre temeroso, no quería perderla.

-Elian - acaricio mi mejilla - solo... yo solo estoy asustada, no me alejare de ti - miró a mis ojos - nunca Elian - finalizó dándome un pequeño beso.

Nos alejamos de ahí partiendo hacia la casa de Kasia, ella ya se había calmado un poco, la veía pensativa y no había hablado en todo el camino. Llegamos y ella bajó rápidamente, yo la seguí, entramos a su casa y fue directamente hacia la cocina.

-Kasia ¿qué pasa? - pregunté, ella se encontraba ida, perdida en sus pensamientos, necesitaba saber que era lo que la atormentaba.

Ella no decía nada, sólo se encontraba mirando un punto fijo. Me acerqué a ella y la tome por la cintura, quedamos frente a frente, sus hermosos ojos se encontraban perdidos, su color azul como el mar se encontraba apagado, mierda, quería saber que le pasaba.

-Mi nena, dime algo por favor - suplique mirándola, ella finalmente me miró y de sus ojos empezaron a brotar lágrimas.

SCARSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora