~Diario de un pequeño dinosaurio~

11:20

Todo parece estar en orden unos días después.
Al fin pude ver aquella luz. Al fin encontré la manera de salvarme. O lo que ha quedado de mí.

Cada día es un continuo "no más para esto". Estoy realmente cansado de mis miedos. Ellos siguen ahí. Sólo soy yo tratando de esconder lo que siento. Una vez lo hice bien. No quiero que venga nadie a hacer eso de nuevo, no lo quiero.

Pero ellos siguen ahí.

Están diciendo aquello que he entendido desde el principio, aquello que mi pequeño corazón jamás terminará de asimilar.

¿Cómo es que perdí el camino, si nunca tuve uno?

Las lágrimas caían de nuevo.  Era sólo un momento, ni siquiera estaba seguro de lo que pasaba.

Apenas un día atrás, no dejaba de pensar en ello.

"Nunca haces nada bien, jamás lo haces bien, ¿cómo pretendes conseguir así tus sueños? Maldito pedazo de idiota, no lo lograrás jamás así".

Esperaba el autobús, mis ojos eran invadidos por las lágrimas. Aquello era cierto, una vez más. Miraba los autos ir y venir, de una a otra dirección. No puedo creer que aquellos pensamientos se apoderaran de mí otra vez. Tuve miedo de dar unos cuantos pasos. No podía, realmente no podía hacerlo. ¿Era tan cobarde? Sí, así lo fui siempre y supongo que lo seguiré siendo. Llegué a casa a salvo instantes después.

Pasó un día. Todo parecía tan tranquilo. 

Pero ellos volvieron. Los escuchaba decir lo mismo de siempre. Pero ahora no iba a permitirlo. Cansado, tan cansado.

Y fui yo quien tomó el valor para decir que yo no valía nada en la inmensidad del universo.

Fui yo el que se puso en su lugar. Fui yo el que decidió aceptar esa realidad a gritos. Le gritaba tantas cosas a ellos, pero estaba solo. Estaba tratando de convencerme a mí mismo.

—Channie. 03/12/2016