Capítulo 13. Perdí un poco la memoria.

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"Oh Mrs Potato Head tell me..."

Capítulo 13. Perdí un poco la memoria.

Dios mío...Nick y Kilo en el hospital. ¿Ahora cómo les decía a mis padres que saldría?

Bajé al primer piso, y fui a la sala de televisión donde supuse que mi madre estaría viendo alguna película.

-Mamá-la llamé.

Ella volteó su cabeza y me lanzó una sonrisa tierna.

- ¿Qué pasó cariño? -me preguntó haciéndose una coleta.

-Kilo y Nick se han accidentado y quiero ir al hospital-dije instantáneamente.

- ¿Qué? ¿Pero cómo?

-No lo sé, Hailee me llamó a contarme y quiero ir a al hospital, ¿me dejas?

-Claro. ¿Con quien vas?

-Nora me hará el favor de llevarme.

-Está bien. Luego me cuentas todo.

Tomé un bolso y metí lo más importante que es el celular y la billetera.

Cuando llegó Nora, me monté rápidamente en el asiento de copiloto. La saludé, y le pasé 15 dólares para las gasolina.

«Sí, lo cumplí.»

Al llegar al hospital, me bajé del carro y corrí hasta la entrada. Llegué a la recepción y le pedí la información a la recepcionista de los pacientes de los nombres que le había mencionado. Me indicó donde se encontraban y subí por el ascensor al tercer piso.

Ese viaje en el ascensor se me hizo eterno. Luego vi a Hailee y a mis otros amigos junto a los padres de ellos supremamente preocupados.

- ¡Blake! -se acercó Hailee a mi cuando me vio.

- ¿Qué ha pasado? -les pregunté a los demás después de saludarlos.

-Ya están en recuperación. Menos mal el golpe no fue tan fuerte-me dijo Lizzie.

-Voy a hablar con sus padres-les dije.

Caminé hasta ellos, donde estaban los padres de los dos.

-Lamentó mucho lo que ha pasado-les dije a los cuatro.

Ellos levantaron sus vistas y me acerqué a cada uno a darle un abrazo fraternal.

- ¿Cómo sigue Nick? -les pregunté a sus padres.

-Está mejorando, unos golpes fuertes en las costillas y en los brazos-me respondió su mamá.

- ¿Y Kilo? -me volteé a preguntarle a sus padres.

-Lo mismo de Nick con unos golpes en la cara-me contestó su padre.

-Qué terrible.

En sus caras se les veía la preocupación que tenían por sus hijos. En especial a las mujeres se les notaban los ojos cansados, supongo que de tanto llorar.

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