One Shots // Twenty Øne Piløts.

013- Tyler.

Dedicado a  -Potato_Desu-

¿Nunca has sentido que eres invisible ante los demás?, es como si tu cuerpo fuese lo único que hace acto de presencia, sólo eso. Eres notado por tener uno, por ocupar espacio en algún determinado lugar, pero es innegable el hecho de que tu existir no se tiene en cuenta. ¿Lo has sentido?

Un estorbo. Exactamente así te sientes.
A partir de esto, luego viene una serie de notitas post-it en tu mente, que te recuerdan con mensajes que consideras dolorosos, pero sinceros, las acciones que no debes llevar a cabo por un sinfín de razones a tu parecer lógicas, y que de alguna manera pueden evitarte una humillación. Esos mensajes recordándote cuán poca importancia tiene tu opinión, cuánto apoyo o amigos tienes, tu poco valor o tus inexistentes motivos para levantarte de la cama al otro día de haber deseado no despertar jamás.

Y te sientes desagradecida, porque tienes un techo, una madre, un padre, o ambos. Tienes comida, tienes una cama, tienes educación. Tienes una baraja de razones por las que, según ojos ajenos, sentirte en felicidad. Y sin embargo ninguna puede llenarte, haciéndote cuestionar qué está mal.
¿Lo has sentido?

No es tan malo cuando el tiempo transcurre, este sistema se vuelve parte de ti y tu rutina. Se acoplan, como una nueva forma de vida y te sientes en comodidad, en una burbuja confortante e irrompible, donde tu vulnerabilidad no es evidente ante los índices de los demás, aunque ya estés vuelto un manojo de piezas imperceptibles.

Lo malo es cuando alguien te distingue a ti y a tu burbuja, quebrantando toda zona de confort y haciendo colisionar todo el mundo que has construido.

Peor aún, es el momento en el que un externo intenta atravesar ese círculo que te mantiene en absoluta protección, y al percibir la denegación, agujerea tu burbuja poco a poco. Algo que jamás nadie se había atrevido a hacer. Y sabes que en el fondo, sí quieres que te saquen del "auto encierro" en el que te has metido.

Como lo hizo Tyler Joseph conmigo.

El sujeto que se introdujo en mi espacio de manera invasiva. Aquel que logró discernir entre tanta lobreguez, inoportuno, provocándome una efectiva esperanza de que aún en el punto más endeble, a punto de desvanecer completamente, se puede ser notado. Aunque eso no estuviera en mis planes.
Te acostumbras, y lentamente vas entrando en razón.
Tyler es de esos que no te dará tres palmaditas en el hombro mientras repite que todo pasará, sino que se sentará frente a ti, y sin quitar sus ojos de los tuyos, se limitará a oírte. A decir sin retención lo que quieres oír, lo que el miedo no te deja entender, porque una vez estuvo donde tú. Te hará comprender que no eres invisible, y que creer lo contrario no te ayudará en nada.

Siempre hay alguien a quien le importas, aunque tus ojos no puedan visualizarlo, está. Puede que aún no llegue o simplemente no se haga notar. Tyler me hizo esperar años. Está a quien le importa de sobremanera lo que pienses, quien te valora como mereces, quien con esfuerzo y tal vez rechazo de tu parte, te quitará la venda de los ojos para hacerte ver cuánto apoyo tienes y cuán querido/a eres. Y ese, amigo o amiga mía, es un gran motivo para alegrarte de haber despertado a la mañana.
Si aún crees que no entras en la lista de personas importantes de alguien, créeme, que si no lo fueras, yo no estaría escribiendo esto.

A final de cuentas, serás consciente de que esa burbuja que, solías creer te protegía, no hacía mas que asfixiarte. Que está bien querer estar solo, pero no está bien sentirse solo. Al menos para mí, no tienen significado parecido alguno.

Una vez leí, por algún rincón de internet, un fragmento con el cual me sentí reconocida. Pude verme a mi misma en la mente de aquella autora anónima mientras tecleaba cada letra:

"Hace unos meses, solía ir con mi padre a nadar. Nos gustaba jugar al peculiar juego de retener la respiración. Mientras él se sentaba a la orilla, en la arena y contando los segundos, yo me hundía en lo profundo, permaneciendo allí hasta que mis pulmones suplicaran que volviera a la superficie. Y lo hacía, solo porque mi padre me esperaba ansioso por contarme cuánto había resistido esta vez.
Cada vez que jugábamos, yo salía a respirar únicamente porque mi padre estaba esperándome en la arena."

Era como si mi nombre estuviera plasmado al final del párrafo, acompañado de una dedicación.

Sin cansarme de citar palabras, también leí que esto se siente como si tú estuvieras ahogándote, mientras ves como todos a tu alrededor respiran. Y sí, puede describirse como tal, pero, ¿sabes?, la mejor parte es cuando subes a superficie, y ves a ese alguien sentado en la orilla, ansioso por informarte sobre cuánto has resistido bajo el agua.
En mi caso, Tyler.

—¿Qué escribes? —la muchacha se sobresaltó al oírlo preguntar aquello con tal euforia, sin recalcar que lo hizo a la vez que tocaba su espalda.

—Nada que puedas leer, hasta el momento —sonrió ella mientras cerraba su laptop y giraba para ver su rostro.

—He visto mi nombre, tengo derecho a verlo.

—Aún no está terminado, falta el final —se justificó risueña.

—Termínalo, entonces —añadió él, emocionado.

Valentina rodó los ojos y como Tyler ordenó, se dispuso a terminar lo que había empezado. Levantó la pantalla, entró al archivo donde había dejado su proyecto y ante la mirada expectante e impaciente de Tyler, tecleó las últimas letras de su párrafo final:

Finalmente, te das cuenta que ser invisible y construir una burbuja, no es la respuesta. Porque cuando tú estas dentro, aunque los otros no puedan notarte, tú no puedes evitar verlos a ellos.

––––––

Espero que les guste. Sé que es corto, que no hay mucha interacción con Tyler y tal vez no se entienda mucho, pero bueno. Si lograste comprender, enhorabuena.

Tyler ya tiene 28. Ah, un poco tarde, ¿no?

Bueno, gracias por la espera, en especial -Potato_Desu-, gracias por la paciencia y también por pedir uno<3.

Espero que estén bien, saludos