019 - Tyler

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Dedicado a quien sea.

Respiró hondo, intentando que eso ayudara a relajar sus músculos y le diera la seguridad necesaria para hacer lo que creía correcto. Prácticamente no sirvió de nada, ya que los nervios seguían a flor de piel y sus manos aún no dejaban de sudar. Su corazón latía más rápido y fuerte que lo común y su respiración se volvió pesada.
Caminó de un lado a otro, llevándose las manos a la cabeza como si eso la ayudara a pensar.
Sintió como sus ojos comenzaban a escocer para luego cristalizarse, dejando paso a las grandes lágrimas que pronto iban a comenzar un viaje hasta sus mejillas. Pero con rabia y tristeza, pasó sus nudillos por sus ojos, limpiando cualquier rastro de agua.

Cualquiera que la viera en ese estado, creería que estaba en pleno ataque de pánico, o algo parecido. Pero no, sólo estaba a punto de decirle a su actual pareja que debían terminar.

Luego de cuatro años de relación, se le hizo duro pensar aquello. Pero amaba tanto a Tyler que no iba a permitirse hacerle daño. Sí, sabía que él no se tomaría muy bien esta decisión, pero al menos, con tiempo lo superaría y lograría estar bien nuevamente. Con ella en su vida, sólo lo hundía más de lo que él ya estaba. Y no podría perdonarse eso.

No quería llamar su atención, no quería que él le dedicara más tiempo, puesto que no se creía merecedora de aquello. Tyler lidiaba con sus propios problemas como para cargarse a la espalda su estúpida inestabilidad emocional, sus recaídas, sus problemas. Lo sabía. Sabía que él estaría mucho mejor sin ella, aunque al principio pensaría lo contrario y creería que la necesita.
Ella pensaba que este último tiempo, nunca aportó nada. Ni a él, ni a la relación, a nada. Sólo restaba. Sólo llenaba de negatividad y pesimismo todo aquello en lo que estuviese involucrada.
Y esta vez quería ayudar. Quería ayudarlo, y la mejor manera era alejándose de él.

Se sentó en el borde de la cama que compartían y dejó descansar sus codos en sus piernas. Juntó sus manos y cubrió parte de su rostro como si supiera que se iba a enfrentar a algo de lo que luego se arrepentiría con toda su alma. Pero a la vez, no le importaba hacerlo si eso significaba que él estaría bien. No ahora, pero con el tiempo, quizás...

El sonido de la puerta la despertó del trance en el que se encontraba, pues había estado mirando un punto fijo por minutos.

Conocía todos sus movimientos. Tanto así, que sabía que ahora escucharía las llaves golpeando la mesa y la puerta del pasillo abriéndose, sabiendo que estaba a sólo unos pasos de ella.

Cerró sus ojos con fuerza, preparando su mente para lo que venía a continuación y los abrió al mismo tiempo que se ponía de pie para recibir a su futuro ex novio.

Tyler abrió entera la entreabierta puerta y se adentró a la habitación, asegurando que su chica se encontraba allí. Pero supo al instante que las cosas no estaban bien al verla cabizbaja, jugando con los anillos de su mano.

—Hey —saludó él con una tierna sonrisa, acercándose a ella y tomándola del mentón para levantar su cabeza. Confirmó que algo no andaba bien cuando vio sus ojos. Sabía que había sucedido algo, y se sentía culpable por no haber estado allí para ella. Dejó un casto beso en sus labios y la miró directamente a los ojos, intentando que ella le devolviera la mirada, pero no ocurrió. —¿Qué sucede?

Ella, por su parte, intentó guardar sumamente bien en su mente aquel corto beso que él le dió, pues sabía que iba a ser el último.
Negó, sintiéndose incapaz de hacer aquello, dejando que se forme un nudo en su garganta, prohibiéndole hablar, y sus ojos empezaran a despedir lágrimas por doquier.
Él se alertó, la tomó de las mejillas para por fin lograr que lo mirara a los ojos y sintió algo romperse en su interior cuando notó la tristeza que había en ellos.

One Shots // Twenty Øne Piløts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora