002 - Jøsh Dun.

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Si algo le fastidiaba, eran las épocas de exámenes. Odiaba estar encerrada entre libros y papeles, memorizando cada una de las palabras que leía y no tener tiempo ni para satisfacer a su estómago. Odiaba aún más el estrés y la preocupación que le producía la incógnita de si le iría bien o no.
Pero sabía que era por su bien y, tarde o temprano, todo el esfuerzo y sacrificio la beneficiaría de una forma u otra.

T/N estaba fijando su atención en uno de sus apuntes, cuando un sonido particularmente conocido para ella, llegó hasta sus oídos.

Cerró sus ojos y trató de memorizar.

—Uno de los —golpe — economistas más influyentes —golpe — economistas... influyentes de su —platillo —época...

Cerró los ojos aún con más fuerzas y se levantó de un sopetón, dejando caer las hojas y lápices que segundos antes tenía encima.
Abrió la puerta y se dirigió a las escaleras, dispuesta a hacer que su precioso y tranquilo novio haga silencio.
Abrió nuevamente la puerta para verlo de espaldas sentado en frente de su batería.

—Josh, amor —lo llamó dulcemente, sin embargo, el joven estaba concentrado en una de las cosas que mejor sabía hacer.

—¡Josh!

No respondió.

—¡Josh, por el amor de Dios!

Nada.

—¡Joshua Dun, si no paras con eso juro que te cortaré la...!

—¿Qué cortarás? —preguntó el baterista al detenerse de improviso para dedicarle su atención a su chica.

Ella se cruzó de brazos.

—¡No querrás saber!

Josh funció el ceño, no entendía a qué se refería, y aún no sabía porqué estaba ahí.

—¿Necesitas algo? —preguntó jugando con los palillos.

—¡Estoy tratando de estudiar! —espetó.

—Oh pues... —sonrió —bien, así se hace... continúa —alentó Josh, pasándose una mano por la nuca al dudar de si lo que respondió era lo correcto.

El rostro de la chica se transformó a uno de completa seriedad. Una vena surcaba su frente y sus mejillas comenzaron a tomar un color carmesí. Suspiró y mordió su mejilla para contener la furia.

—¿Me estás tomando el pelo? —preguntó como su apretada dentadura le permitía.

—No... en realidad, soy más de beber líquidos.

Sí, definitivamente le estaba tomando el pelo. Contó hasta cinco para no escupie todas las barbaridades que se le pasaban por la cabeza.

—¿Sabes Josh?, no todos somos parte de una banda, ni tenemos la vida hecha. Algunos nos esmeramos en estudiar para en un futuro, porque sí tenemos futuro, vivir de lo que queremos, así que te agradecería que me regales un poco de silencio —se sinceró, juntando sus dedos anular y pulgar al decir la última frase de su respuesta.

Josh volvió a unir sus cejas en un ceño fruncido. ¿Acaso ella creía que ser integrante de una banda era tener la vida hecha?, ¿creía que no se esmeraba en lo que hacía, en lo que a él le gustaba?, ella creía que su música sólo era una pérdida de tiempo. Ella misma dijo que él no tendría futuro.

—¿Sabes?, podías pedirlo amablemente, de todas formas me hubiera detenido —arrojó los palillos a algún lugar de la habitación, sin quitar sus ojos de los de ella —¿feliz? —caminó a su lado hasta la puerta, la cual cerró de un portazo luego de salir.

One Shots // Twenty Øne Piløts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora