• 3 - Usando bufandas •

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- Goldy~ - llamaba al menor, quien estaba durmiendo en el sillón de su casa, intentaba despertarlo - Osito, levanta - volvió a llamarlo, pero nada - Te traje un regalo~ -.

Al decir lo último, el menor abrió lentamente sus ojos, mirando a su contrario confundido cuando terminó de abrirlos, mientras lo miraba, se tallaba los ojos con sus manos empuñadas.

- ¿Regalo? Todavía no es Navidad - estaba desconcertado.

- Ya lo sé, pero es para que no sientas frío, ha estado nevando - sacó una caja de detrás suya, la cual contenía el regalo.

Se la entregó al rubio en sus manos, mientras que veía cómo su contrario observaba la caja con curiosidad y desconcierto. El menor la comenzó a abrir, sacándole el lazo que la adornaba.

Sus ojos comenzaron a tener un brillo visible, le encantaba su regalo, no era algo fabuloso ni lo mejor del mundo, pero con eso le bastaba y sobraba.

Era una bufanda decorada con rayas rojas y amarillas, las cuales iban bordadas con hilo naranja a la tela que era blanca, dejando por su contrario franjas anaranjadas decorando toda su contextura.

- ¡Gracias! - se abalanzó sobre el mayor emocionado por su regalo - ¡Eres el mejor Foxy! - No lo decía solamente por el regalo, era de corazón.

- De nada - se había ruborizado, Foxy por su parte, ya sabía lo que sentía, y estaba feliz por eso, aunque era un poco extraño para él, sólo era un niño pequeño, todavía sin experiencia.

Se abrazaron, estaban abrazados y felices, Foxy estaba abrazando a su osito con mucha fuerza, hasta que sintió una leve presión en su mejilla, logrando sonrojarse, le había dado un beso en ésta.

Se separó del menor, para luego mirarlo y darse cuenta que éste de igual manera estaba sonrojado por el beso que le había dado. Se veía muy tierno así.

– ¿Y tú? ¿Tienes bufanda? – Le había sorprendido su pregunta, no se había preocupado por él mismo, solamente había pensado en su Goldy.

No – le restó importancia, aunque eso tampoco funcionó para que el rubio, había fruncido el ceño.

Te va a dar frío – tenía razón, le iba a dar bastante frío sin algo que lo abrigara, pero no quería preocupar al menor.

No importa – intentaba calmar a Golden, le dedicó una sonrisa, aunque tampoco funcionó.

Sí importas, ven – Le hizo señas para que se sentara junto a él en el sillón.

¿Qué sucede? – estaba desconcertado, ¿para que quería tenerlo al lado?

Yo te presto la mía – y comenzó a quitarle las vueltas a la bufanda, para luego comenzar a darlas por sobre el cuello de Foxy y el de él juntos – Así no te dará frío –.

Al escuchar lo último, el zorrito se había sonrojado más de lo normal, estaba muy cerca de su osito, todo por culpa de la inocencia del menor y querer compartir esa prenda que le daba calor.

Gracias – le dedicó una sonrisa, para luego abrazarlo.

No le estaba dando las gracias por la bufanda, se las daba por todo lo que pasaba, por estar a su lado siempre que lo necesitaba. No se lamentaba haberlo conocido, y tampoco lo haría nunca.

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Fin del tercer One-Shoot del GolxyMonth.

Siguiente One-Shoot: Hockey sobre hielo.

Los quiero mucho gatitos~.

- May.

Una "pequeña" navidad.  ||  ¡GolxyMonth!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora