08. Silver Spoon

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- Te quiero.

Me quedé callada durante unos segundos, apreciando sus perfectas facciones; interiorizando lo que me acababa de decir. Por un momento sentí que era la primera vez que escuchaba esas palabras de la boca de alguien. ¿Me quería? Volví a concentrarme en sus alegres ojos, en la sonrisa que me dedicaba... y no conseguí contener mi emoción.

Le abracé con fuerza, provocando que una risa se escapara de la boca del chico, y besé cada centímetro de su cara hasta parar en sus labios. Rocé mi nariz con la suya, sonriendo como si los problemas ya no existieran para nosotros.

- Yo también te quiero, Taehyung.

Así, un largo beso volvió a unirnos. Y es que ya nada podía separarnos. Nada, excepto...

- Hmm...

Aquel murmullo nos asustó levemente, perturbando nuestra tranquilidad. Con rapidez, nos separamos el uno del otro. Yo me giré para saber qué ocurría, y suspiré al encontrarme de frente con el médico que había estado tratando a V desde el primer día que entró en el hospital.

- Ya veo que se va recuperando. Me alegro -el hombre sonrió e hizo una leve reverencia a la que Taehyung respondió inclinándose de la misma manera y dando las gracias-. Tiene visita. Le espera en su habitación.

Y tras aquellas palabras, el hombre abandonó el jardín, dejándonos de nuevo completamente solos.

- Seguro que son Jin y Suga. Me han mandado un mensaje antes -comentó Taehyung encogiéndose de hombros y rodeando mi brazo con el suyo. Yo lo acepté y le sujeté para ayudarle a andar mientras nos dirigíamos de nuevo a la habitación.

Me giré para mirarle y me di cuenta de que estaba sonriendo de nuevo. Aquello era tan utópico... ver lo feliz que estaba sólo hizo que volviera a expresar mis pensamientos.

- Me alegro de que estés de tan buen humor -le di un pequeño beso en la mejilla y apoyé mi cabeza sobre su hombro. Nos adentramos en el ascensor para subir a la tercera planta.

- Es porque estoy muy bien acompañado -besó mi frente y se quedó con sus labios pegados allí mismo durante unos segundos más. Notaba su respiración golpear mi piel, así que simplemente me dediqué a embriagarme de aquella sensación hasta que salimos y nos dirigimos, por fin, a la habitación.

Ninguno de los dos, intoxicados por la promesa de tenernos, imaginamos lo que aconteció minutos después. Con mi mano rodeando su brazo, nos adentramos en el lugar en el que pasábamos la mayor parte del tiempo desde que V fue ingresado. Abrimos la puerta, y anduve varios pasos hasta que me vi obligada a parar debido a que Taehyung se había quedado completamente clavado en el suelo, y con la mirada vacía.

Allí, de espaldas a nosotros, se encontraba un hombre que no supe reconocer. En cuanto me giré para ver la expresión de V me di cuenta de que se había quedado tan pálido como las paredes de la propia sala. El hombre, que pareció darse cuenta de nuestra presencia, se giró y saludó con una amplia sonrisa.

- ¡Taehyung!

- No te atrevas... -murmuró V en voz tan baja que solo yo fui capaz de entenderle. ¿Aquel hombre sabía su nombre? La expresión del rubio se había desencajado por completo, y eso me preocupó. Tomé su cara entre mis manos e inspeccioné su mirada. Sin embargo, V ya no veía nada. No me veía a mí.

- ¿Qué ocurre, V? -susurré. Su cara había pasado de la inexpresión absoluta al desprendimiento de una creciente ira.

- ¿V? Así es como te llaman tus amigos, ¿verdad? -el hombre dio varios pasos en nuestra dirección y abrió sus brazos, con la intención de abrazar al rubio-. He estado busc...

Young Forever » TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora