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Di un suave toque en la puerta esperando a que mi mejor amigo lograra abrirme. Llevaba escasos cinco minutos pero me estaba resfriando un poco por el clima el cuál obvio no estaba a mi favor puesto a que tan solo llevaba una camisa de manga corta y unos pantalones rasgados de las rodillas. Al menos tenía un cambio en la mochila. Traía lo necesario para quedarme en casa de Josh.

Era un fin de semana completamente tranquilo a lado de mi mejor amigo y nada ni nadie podía cambiar mi estado de ánimo que por cierto se encontraba en perfectas condiciones, animado y jodidamente preparado para las actividades que tendríamos para ese par de noches a su lado.

Mi celular sonó y rodé los ojos al ver que eran mis padres. Salían de vacaciones y se les ocurría no llevarme,¿qué clase de padres son esos?

—¿Hola?— hablé en espera de que mi madre hablara.
—¿Ya llegaste a la casa de Joshua?— preguntó mi mamá con tono algo preocupado, suavicé la tensión con una pequeña risa.
—Claro ma, no te preocupes todo estará bien. ¡Diviértanse! Y buen viaje.

Colgué y cuando guardé mi celular en el bolsillo de mis pantalones Josh se encontraba en la puerta con una amplia sonrisa.

—¿Preparado para un divertido fin de semana?— por la manera en la que habló sabía que algo se traía entre manos así que me atreví a contestar con un "Por supuesto" a pesar de que tenía un poco de nervios por lo que llegara a querer hacer.

Joshua Dun era un chico con muchas ideas locas.
Y es por eso que es mi amigo.

jenga; joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora