Un recuerdo (Un amor) Imposible de olvidar

1. The beginning

Durante toda mi vida he sido una persona a la que le gusta soñar, la mayoría de mis sueños son grandes, lo que muchos llamarían imposibles.

Diferente a como muchos pensarían, mi personalidad no es exactamente la de una persona aventada que no le tiene miedo a nada. Soy una persona introvertida, con miedos, pero que le gusta tomar riesgos y hacer cosas diferentes a lo que la mayoría de la gente a mí alrededor hace.

Desde que estaba en la preparatoria he tenido dos grandes sueños, desde entonces luché por ellos y nunca me rendí aunque varias veces las cosas parecían estar en mi contra: El primero es estudiar gastronomía y convertirme en una gran chef, la cocina es una de mis más grandes pasiones. Y el segundo viajar a Japón y vivir ahí un tiempo. Ambos sueños me costaron dedicación y esfuerzo para poder realizarlos, pero al final lo logré. Lo primero que me propuse fue terminar la universidad y durante ese tiempo ahorrar todo el dinero posible para irme a Japón después de graduarme, y mientras esperaba a que me entregaran mi título y mi cédula profesional, realicé los trámites para viajar, vivir y trabajar allá. Una vez que hiciera ambas cosas, me iría. Y así fue, semanas después de mi cena de graduación comencé con los trámites necesarios para viajar

-Hija, ¿Estás segura de lo que quieras hacer?-
-Si mamá, no tengo la menor duda, viviré en Japón por un tiempo.-
-¿No prefieres trabajar un tiempo aquí en México y luego irte?-
-No mami, ésta es una decisión tomada, y no la cambiaré.-
-Está bien hija, en ese caso no nos queda más que apoyarte.-
-Gracias mamá y papá.-
-Pues ni hablar hermanita, si ya lo decidiste, hazlo.- dijo mi hermano Enzo, que es dos años más grande que yo.
-Que gran valor tienes hermana, te admiro.-
-Gracias Zoe.- dijo mi hermana que tiene cuatro años menos que yo.
-¿Irás a la Ciudad de México a hacer los trámites?-
-Los iniciaré aquí, pero en algún momento debo ir a la embajada de Japón a la entrevista.-
-De acuerdo, ¿irás sola?-
-Yo creo que si.-
-Está bien hija.-

En los días siguientes fui a la Secretaría de Relaciones Exteriores a comenzar los trámites para tramitar tanto mi pasaporte como mi visa

-Buenos días señorita. Vengo a realizar mi registro para solicitar mi visa y mi pasaporte.-
-Buenos días señorita. ¿Es viaje nacional o internacional?-
-Internacional.-
-¿Qué país?-
-Japón.-
-¿Cuál es su nombre?-
-Isabel Castañeda Mejía.-
-¿Cuál es su edad?-
-22 años.-
-Su ciudad de nacimiento es Guadalajara, Jalisco ¿correcto?-
-Correcto.-
-Pase con esta ficha a la ventanilla número dos de la siguiente sección, por favor.- dijo mientras me entregaba una hoja con los datos que me había solicitado.
-Gracias.-
Pasé a dónde me indicaron ahí revisaron mi ficha y me entregaron otra hoja que contenía los documentos que debía llevar.

El pasaporte fue muy fácil de sacar, me lo entregaron el mismo día en el que lo solicité.

Los trámites para la visa fueron muy largos, tardaron dos meses en hablarme para volver a ir para que me dijeran si todo estaba en orden, finalmente me dijeron que mis papeles estaban en orden y me permitieron sacar una cita en México.

Algunas semanas después fui a la Embajada del Japón en la Ciudad de México para la entrevista, que por supuesto, fue en japonés. Ese día aunque había planeado ir sola, me acompañaron Enzo e Itzel, mi mejor amiga; porque estaba muy ansiosa. En todo el camino iba muy nerviosa, esa entrevista era muy importante porque de ella dependían 80% de las probabilidades para obtener la visa y la residencia. Mi cita era a las 11:30 am, llegamos ahí media hora antes, en ese tiempo Enzo e Itzel me ayudaron a calmarme y relajarme. Entré a la oficina del embajador a la hora indicada, ya estaba más tranquila, la entrevista duró aproximadamente una hora, en la que hablé con mucha naturalidad y con toda la paciencia posible, los minutos se pasaron muy rápido, cuando menos me di cuenta ya habíamos terminado.