26. A little part of us

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Desde que Leo nació mi vida cambió completamente y he disfrutado cada segundo que estoy a su lado, los primeros meses fue un bebé relativamente tranquilo, en el primer mes sólo despertaba cuando tenía hambre y volvía a dormir, a partir del segundo mes empezaba a estar despierto más tiempo y hacer algunas cosas como sonreír, seguir algún sonido, distinguir mi voz. En los primeros dos meses se recuperó bastante bien del peso, seguía estando un poco abajo del estándar pero en lo adecuado según su desarrollo, en la comsulta del tercer mes el pediatra nos dijo que todo iba bien. Desde ese mes dedicaba gran parte del tiempo que estaba despierto a jugar con él, hablarle y ponerle música, durante los meses siguientes su desarrollo empezó a ser más notorio, ya se sostenía más tiempo, se movía mucho y con mayor fuerza, ya sostenía bien sus juguetes y distinguía cuáles hacían ruido, le gustaba echarselos a la boca, todo lo que estaba cerca le llamaba la atención y lo quería agarrar, cuando lo poníamos boca abajo o lo sentamos se sostenía muy bien, cuando no le hacía caso daba pequeños gritos para llamar mi atención. Después de cumplir cinco meses comenzó a ser un poco más latoso e inquieto, quería agarrar todo lo que tenía cerca, se movía muchísimo y comía bastante bien. Al cumplir los seis meses lo llevamos a consulta y pesaba casi siete kilos, a partir de ese mes empezamos a darle papillas, las primeras dos semanas de verduras y las siguientes dos de frutas, ese primer mes fue muy gracioso porque no todas las verduras le gustaban y hacía gestos muy chistosos, algunas veces lo escupía o se movía para que no le pudiéramos dar y una que otra vez tiraba el plato donde teníamos la papilla. Desde que ese mes se la pasaba riendo por todo, algunas veces ni siquiera sabíamos porque se reía.

Desde que Leo y yo nos fuimos a vivir a nuestra casa mis papás y Zoé nos visitaban diario, a Enzo, Zel y el resto de mis amigos los veíamos gran parte del día y nos visitaban en la casa tres o cuatro veces por semana así que Leo se acostumbró a ellos y desde que cumplió cuatro meses los reconocía en cuanto los veía, cualquiera de nosotros podía cuidarlo un ratito o quedarse con él por horas sin ningún problema, bueno siempre y cuando le dieran leche.

Desde los primeros días del nacimiento de Leo supe que sería muy difícil olvidar a su papá, y aunque yo ya no quisiera saber nada de él, no quería ocultarle sus raíces ni negarle la oportunidad de saber quién es su papá, así que desde sus primeros días de vida decidí ponerle la música de One Ok Rock para dormir, el primer año las versiones de caja musical y más grande las versiones con voz, igual que algunos audios que tenía de él para que identificara su voz y supiera quién es.

Estuve trabajando en la administración del restaurante lo que restaba de ese año y en enero del siguiente decidí que era tiempo de regresar a cocina, ya no iba a poder llevar a Leo conmigo pero era una gran oportunidad para que pasara más tiempo con sus abuelos, quise llevarlo a una guardería pero en cuanto le dije la idea a mis papás se ofrecieron a cuidarlo y no me pude negar, así que a partir de que cumplió ocho meses ellos me ayudaron a cuidarlo, iba a dejárselos temprano y a la hora que salía iba por él, entre las 3 y las 5 de la tarde.

Conforme iba pasando el tiempo Leo se hacía cada vez más inquieto, cuando empezó a gatear había que tener mucho cuidado porque no se fijaba por dónde iba y agarraba lo que encontraba en su camino, se llevó uno que otro golpe por andar de latoso, una vez se pegó con una pata de la mesa y la alacena por no fijarse a donde iba y otras más se fue de lado queriendo alcanzar sus juguetes.

Aprendió a caminar poco antes del año, una vez que descubrió que los pies servían para caminar se volvió aún más inquieto, todo el tiempo quería andar caminado y mientras aprendía uno de nosotros tenía que andar con él de arriba para abajo, cuando estábamos todos con él nos turnabamos porque él no se cansaba y nosotros sí. Una vez que aprendió no hubo quien lo detuviera, salía corriendo para todos lados y se llevó algunas caídas después de las cuales entendió que debe tener cuidado.

Un recuerdo (Un amor) Imposible de olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora