La llegada

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Volyně está situado en la región de Bohemia de la Republica Checa, es un pueblo pequeño que no llega a los cuatro mil habitantes, pero si algo le sobra es encanto, se puede pasear por sus calles sin problema, una vida tranquila siempre era algo que se daba por hecho en aquel pueblecito que poco tenía que destacar entre los demás de la zona. Este pueblo contaba con un pequeño hostal hogareño y cálido donde los viajeros iban a descansar una noche antes de seguir su viaje. "Sladký Sen" se enorgullecía de que todos sus clientes acababan volviendo incluso después de haber pasado años desde su ultima vez.

Danka era una propietaria amable, educada y cariñosa que trataba a todos sus clientes como si fueran de la familia, no dudaba en sonreír cada día a pesar de haber perdido a su marido hacía ya más de diez años, había conseguido llevar ella el negocio junto a su familia y con el apoyo de sus dos hijos que trabajaban en el hostal cuando tenían vacaciones. En el caso del pequeño lo hacía prácticamente durante todo el año, pero el mayor, ya con una carrera profesional, apenas pasaba tiempo allí solo unos meses al año que era los que tenía libre.

Todo esto es lo que le habían contado a la federación internacional de patinaje sobre el lugar donde iban a hospedar a algunos de sus mejores patinadores para un evento de patinaje que tendría lugar en aquel pequeño lugar y es lo que ellos contaron a los entrenadores de los que participarían en este. Casi todos los patinadores aceptaron a pesar de que era su tiempo libre, era una manera de practicar además de que pasarían unos días en aquel pueblo acogedor antes de que el evento tuviera lugar, podrían tomarse unas pequeñas vacaciones, parecía un buen plan para todos incluso para gente que venía tan lejos como Japón o Canadá. Además, era una buena manera de volver a ver a sus compañeros y rivales, no solían verse mucho cuando la temporada acababa pues cada uno volvía a su país a pasar el tiempo con su familia o volvían a sus casas allá donde estuvieran.

El autobús dejo a todos los deportistas en la puerta del hotel con sus maletas a un lado, como era lo habitual antes de entrar todos se habían dedicado a hacer fotos para subirlas a sus redes sociales, algunos como Phichit hacían muchas mientras que Christ sonreía hacia ciertos italianos con gesto divertido como si conociera algo que ellos no, lo cual empezaba a empeorar el humor de Michele que no es que tuviera mucho tras una hora y media de autobús desde el aeropuerto de Praga junto con todos esos patinadores molestos, sobre todo el canadiense anunciando que ganaría aquella competición aunque estaba bien que todos hubieran ido a admirar como lo hacía.

Yuri, cansado del viaje, fue el primero en entrar en el hostal dejando al resto haciendo todas las fotos que quisieran, Viktor luego le pasaría las que él considerara mejores. Llego hasta el mostrador de recepción viendo que no había nadie tras este así que uso esa campanita que había visto en todos los hoteles, pero nunca había tenido la necesidad de usar, y la toco. Escucho unos cuantos murmullos en un idioma que imagino que era el local y salió alguien de la puerta que había tras la recepción.

- ¡Emil! -dijo sorprendido el japonés al ver al patinador checo en aquel lugar. Se había sorprendido no verlo con los demás, pero supuso que viviendo en ese país no se hospedaría con ellos en el hostal, lo que no se esperaba es que estuviera trabajando en este precisamente. El checo abrió los ojos sorprendido de ver al japonés en su negocio familiar, aunque antes de que pudiera explicar cualquier cosa todos los patinadores habían entrado ante el grito de Katsuki y estaban mirándole de la misma manera que lo hacía Yuri.

- ¿El patinaje no te da para ganarte la vida solo con el deporte? Pobre, tiene sus limitaciones-murmuro JJ que fue el primero en hablar

-Me da perfectamente para vivir, gracias por preocuparte-dijo Emil sonriendo más por educación que por ganas, porque lo que tenía ganas era de tirarle un boli a la cabeza al canadiense por insinuar que no podía mantenerse solo patinando

Disney on iceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora