DESCUBRIÉNDONOS

Capitulo 19

ALICIA

No quiero ilusionarme, no quiero ilusionarme, no quiero ilusionarme. Ese era mi mantra siempre que estaba con Humberto, porque si, a mí me gustaba, me encantaba, para que mentir, pero él tenía sus problemas, su ex, y yo no quería ni ser una carga, ni un clavo. Tenía que resolver muchas cosas con su familia sobre su futuro, y creo que todavía estaba dolido sobre lo que había pasado con su ex, muchas de sus peleas con su familia eran por ella.

Pero por otro lado, su mirada era sincera, hermosa, me miraba distinto y quizás era porque sentía que nunca antes me había visto, pero creo que el miraba más allá de mí, teniendo en cuenta que le había contado cosas que no mucha gente sabia, y que últimamente pasábamos mucho tiempo juntos, y no precisamente todas las horas nos la pasábamos trabajando.

Sentir que tienes a alguien en quien confiar, a quien contarle todo, sus pensamientos, sentimientos, secretos. Y no sé si era mucho sentir, pero creo que él pensaba lo mismo sobre mí. Cuando me dijo que no podía hablar así con su ex, me sentí bien, confiaba en mí.

El jueves en el curso, nos encontramos afuera y entramos juntos, me encantaba como sonreía, creo que podría haber tenido un mal día y simplemente verlo sonriéndome me lo arreglaba por completo. Aunque pensándolo bien, desde que nos llevamos bien, no tengo días malos. "Ay Alicia, estas coladita" me dije.

Nos sentamos en nuestros respectivos asientos mientras seguíamos hablando. Así Ramiro empezó a realizar las correcciones grupales, mientras nosotros trabajamos en las cosas que nos faltaban, en teoría, porque Humberto y yo no es que habláramos de eso precisamente.

- ¿Sabes? Me gustaría hacer un viaje.

- Si, y a donde sí se puede saber.

- Me gusta Europa, aunque no sé si pueda hacerlo ahora, quizás haya que esperar un tiempo.

- Amo Europa ¿sabes? Siento que es mágico. París, Roma, Londres, Madrid. Cualquier lugar estaría bien.

- Para ti debe ser más fácil viajar ¿no?

- No creas, mi padre es sobreprotector. Bueno, conmigo, porque a Facundo lo deja hacer lo que quiera. Pero a mí me dice que debo enfocarme en mis estudios antes que todo. Y en parte tiene razón.

- ¿Pero a que no sueñas algún día sentarte en un café en París con vistas a la torre Eiffel?

- Eso no se pregunta ¡Claro!

- Quizás podamos hacerlo juntos.

- ¿Qué?

- El viaje...

- ¿Si? - pregunte sorprendida. 

Tenía unos días pensando acerca de una cuestión que me estaba comiendo la cabeza y de hecho había estado totalmente segura cuando le hable a Sara el otro día sobre eso. Y es que después del curso ¿Qué? ¿No nos volveríamos a hablar o al ver jamás? Y quizás debiera preguntárselo a él. Para mí, todo sería más fácil si eso pasara, no volverlo a ver, porque puedo enamorarme de él, pero si el no siente nada por mi...

Pero mientras él me decía que algún día podríamos viajar juntos, cuestione mi lógica ¿él quería que siguiéramos siendo amigos, más allá de esta semana que nos quedaba aquí?

- Claro.

- ¿Vamos a seguir siendo amigos después de esto Humberto?

- ¿Por qué me preguntas eso?