Atrapada en su propio engaño I

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-¡Mira, mira, Sam!

Sonrío.

-¿Eh?

-Practico mi sonrisa. ¿Crees que con esto podré hacer amigos? -Pregunto.-

Sonrío nuevamente.

-Probablemente no, Erica. -Responde desganada.-

-Oye, por lo menos piénsalo un poco antes de contestarme. -Le reprocho.- Hacer amigos es parte importante de la vida escolar.

-Puede que sí, pero no deberías forzarte tanto.

-¡No lo hago! Pero hay gran diferencia entre tres años de vida en el paraíso y tres de vida en el infierno. -La contradigo casi gritando.-

-¿"Vida en el infierno? -Cuestiona.-

-¡Prefiero morir a tener una vida escolar solitaria! -Digo alterada.-

-Pues sería mejor que pensaras en cosas de las que hablar en vez de practicar sonrisas, ¿no? 

-Oh, es cierto. Oye, ¿y qué está de moda ahora? -Pregunto curiosa.-

-Tampoco es que sepa mucho, así que ahí no te puedo ayudar.

-No digas eso, solo...

Una pelota se estampa en mi mejilla provocando que caiga al suelo anonadada. No me había percatado que pasábamos justo por la entrada de una mini-cancha de fútbol.

-¿E-Erica? ¿Qué te pasó?

-U-un golpe repentino me derribó...

-¡Oye! ¿Nos pasas la pelota? -Grita un niño.-

-Conque eso fue. -Emite casi en un susurro mi amiga.-

-¡Oigan, preocúpense por la persona antes que la pelota! -Grito exasperada ya.-

-Cielos, inspira terror. -Una chica dice asustada dirigiéndose a su compañera, que se encuentran por detrás nuestro.-

-Mejor si no nos acercamos. -Le replica la otra.-

Me sobresalto. Los mismos uniformes. Puede que estén en mi clase.

No es bueno. ¿Qué tal si empiezo a ganarme una mala reputación?

-¡Era broma! Estoy bien, solo quise parar la pelota con mi cara. -Intento sonar lo mas normal y animada.-

-Danos ya la pelota.

-La pelota.

-La pelota. -Insisten los 3 niños.-

Mocosos.

-¡Sí, claro! Ahora vean cómo  golpea una futura futbolista profesional.

-¿Una futbolista profesional? -Cuestiona una asombrada y asustada Sam.-

Trato de golpear la pelota de la mejor manera posible, pero esta en vez de dirigirse hacia adelante, vuela hacia el edificio de atrás, entra por la ventana y escucho que rompe algo de vidrio.

...

-¡Sí, lo logramos! ¡Vamos bastante bien! -Suspiro cansada de tanto correr.-

-¿Cómo que "bastante bien? Llegamos con las justas. -Suelta exasperada.-

-Bueno, con todo el lío de hace un rato, está bastante bien.

-¿Y quién fue la que echó leña al fuego? -Me mira desacomplejada.- Pero si nunca has jugado fútbol. -Me reprocha.-

- Es que había chicos de nuestra escuela ahí. -Le contesto arrepentida.-

-Es un alivio que la gente que vivía ahí fuera tan amable. Pero un día de estos, esas fanfarronadas tuyas  te meterán en problemas.

La Chica del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora