Un amor de niños

capítulo 3

Empezó el día tal igual que los otros, vestirme, irme con el señor Romero, llegar a clase y sentarme con Ada.

Esta vez no hubo recreo por culpa de Rafael. Rafael es la típica persona que hace tonterías y responde a los profesores para llamar la atención ya que nadie le hecha cuenta porque han entrado nuevos compañeros. Rafael siempre la caga y siempre nos castigan por su culpa.

Rafael había montado un espectáculo diciendo que le dolía la barriga y se fue por los pasillos haciendo el tonto y por ello nos quedamos sin recreo

Estoy enfadada la verda porque siempre tiene la culpa y luego viene el tutor y nos riñe a todos y yo no paro de decirle que es culpa suya y la gente lo niega pero luego cuando no está el profesor los admiten y me da mucho coraje.

Bueno pues eso, que nos quedamos sin recreo y no pude hablar con él por culpa de rafa.

Antes de salir de clase teníamos que cambiarnos de ropa porque después de clase habíamos quedado todo el mundo.

Lo más divertido fue que algunos iban de rojo entero y otros de azul y me hacía reír, claramente eraneran los chico. Las chicas íbamos muy arregladas, bueno, la mayoría. Daniel lleva va unos vaqueros y una camiseta de Hogwarts y me encantaba esa camiseta porque tenía una igual .

Yo: Hola Daniel -creo que ya estaba harto de que solo le dijese Hola la verdad-

Daniel: Hola Marina -dijo sudando-.

Yo: me gusta tu camiseta

Daniel: a si?

Yo: si, tengo una igual

Daniel: guay, ¿te gusta harry Potter?

Yo: sii, me encanta

Daniel: ¿Gryffindor?

Yo: Gryffindor

Nos empezamos a reír sin sentido. Ya teníamos algo en común. El resto del almuerzo nos quedamos hablando como dos niños chicos que están enamorados. La pena de todo es que todo tiene que llegar a su fin.

El me dio dos besos y me miró como siempre antes de irme y montarme en el coche.

Al día siguiente nos quedamos los dos mirándonos el unos al otro, yo miraba y él me miraba pero giraba la cabeza para disimular y sonreía cada vez que lo hacía.

Llegó el recreo y gracias a Dios que Rafael no hice nada para acabar castigados.

Esta vez no me hacerte para decirle Hola,  yo estaba con Ada, Angela, Jade y Cath y él se acercó muy mono como es y sus ojos estaban fijados en mí.

Cath: Hola Marina.

Jade: ¿como vas con Daniel?.

Ada: venga chicas dejadla ya.

¿Lo veis? Ella me entiende, sabe que estoy es tasada con esas chicas y Ada intentaba pararlas y llego Daniel.

Daniel: Hola chicas, os veo contentas.

Jade: si, siempre somos así.

Daniel: ¿os importa que me lleve a Marina un segundo?.

Jade,Ada y Cath: si si, claro -respondieron con cara de mal pensamiento.

Yo: ¿que pasa Daniel?.

Daniel: nada, solo te quería sacar de esa interrogación sin sentido.

Yo: a bueno, da igual pero gracias igualmente.

Daniel: denada.

Me miraba como cuando nunca lo había  hecho. De la forma más especial que he conocido, como cuando un poeta escribe su poema y embellece las palabras pues era la misma sensación, él me hacía embellerme. Ni el ni yo podíamos decir ninguna palabra porque nos mirábamos como en las películas. Algo inexplicable, algo atentador. 

Cuando llegue a mi casa estaba reventada ya que estaba todo el día fuera de casa y tenia que hacer deberes para el día posterior.