Cómo todos lo días, todos lo eternos días, fui al instituto que me atormentaba cada dos por tres. La gente me miraba extrañada, como si estuviese llamando la atención, y la verdad era que menos quería en ese momento.
Tocaba cambio de sitio pero Ada lo impidió porque quería estar sentada conmigo y le profesor accedió a su propuesta.
Ada: ya está.
Yo: vale -le dije desganada-.
Ada: ¿estás bien?
Yo: si, ¿por qué no iba a estarlo?
Ada: estas rara, como la última vez que tuviste problemas con tus padres por Daniel. ¿qué ha pasado ahora?
Yo: los profesores le dijeron a mis padre que me veía con Daniel en el recreo y que me seguía juntando con él.
Ada: ostras. Mira yo no puedo verte así, hagamos una cosa entre nosotras ¿vale?
Yo: vale.
Ada: tu quieres hablar con Daniel y lo comprendo porque sois tal para cuál. Así que tú me dirás lo que vallas a decir a él y yo iré y se lo contaré. ¿comprendes?
Yo: si claro.
Ada: ahora yo voy hablar con él para que no tengas que ir tú y cuando me diga algo te lo comunicaré.
Yo: vale
llegó la hora de recreo y Ada se me adelanto para poder hablar con Daniel antes de que se acercara a mí.
Ada: Daniel espera, tengo que hablar contigo antes de que hable con Marina.
Daniel: vale -dijo alterado-
Ada: verás, este instituto es un poco puñetero y los profesores llamaron a los padres de Marina para contarles que os veíais en el instituto.
Daniel: madre mía, están amargados para poder hacer eso vamos.
Ada: ¿ qué se le va a hacer?
Daniel: pues no sé la verdad. Pero lo importante es si ella esta bien.
Ada: no Daniel, no está bien. No quiere perderte pero vuestros padres son enemigos y ella no puede creerlo. Solo quiere que esto se solucione de alguna manera para que ella de sufrir, y esta claro que es sin verte más.
Daniel: Ada me encantaría que Marina estuviera bien pero me estas pidiendo algo que para mi es imposible. Ella es la persona que quiero ver todos los días de mi vida y no puedo alejarme de ella porque la perderé.
Ada: yo no te yo voy a pedir nada. Solo quiero que me des una solución para que ella no sufra y sus padres estén contentos.
Daniel: tengo una idea pero es disparatada.
Ada: lo que sea.
Daniel: y si una noche ella se escapase de casa sin que se enterasen y nos vemos, al menos una sola noche.
Ada: es buena idea, pero tenéis que tener cuidado.
Daniel: prometido
Ada volvía corriendo hacía mí con una felicidad nunca vista y la verdad fue que me sorprendió bastante.
Ada: ya he hablado con él.
Yo: ¿que te ha dicho?
Ada: me ha dicho que una de estas noches os podeís escapar de casa sin que vuestros padres os vean y encontraros y solucionar esto por vosotros mismos.
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Un amor de niños
Romantiekes una historia de una chica de 13 años que se enamora por primera vez esta historia está llena amor e ilusión