Fire + Yoonseok

Capítulo 4

Corrí, corrí por dónde yo creía que se había podido escapar Hoseok. Pero, fue en vano. Llevaba corriendo más de diez minutos y no tenía la más mínima pista del rastro de mi amigo.

—Por favor, Hoseok... —resignado, me deslicé por una puerta hasta llegar al suelo.

Y, desde el interior de esa habitación, me pareció oír un débil llanto.

Con el corazón en la garganta, me levanté rápidamente y abrí la puerta, adentrándome en la habitación. Lo primero que me encontré al abrirla fue la cara llorosa de Hoseok, mirándome sorprendido por haberlo encontrado.

Caminé lentamente hacia él, sin poder decir nada.

—Y-Yoongi, v-vete, por favor... —dijo con una voz agitada y entrecortada por las lágrimas.

—No, Hoseok. Llevas ignorándome desde dos meses ya, y ahora que por fin sé lo que te pasa, no pretendas que me vaya ir así de fácil. —sentencié, sentándome a su lado en el suelo.

—Tienes que entender que yo ahora no puedo hablar, es demasiado incómodo.

Y lo entendía, pero él también tenía que entender que en ese estado yo no podía dejarlo. A parte de que necesitaba arreglar esto cuando antes.

—Hoseok, llevo sufriendo mucho por tu culpa. ¿Sabes lo mal que lo pasé estos meses? Eres mi mejor amigo, y perder el contacto contigo fue algo devastador en mi día a día. —hice una pausa, pero Hoseok no decía nada—. Sinceramente, nunca pensé que me podrías llegar a importar tanto. Sabía que eras una de las personas que siempre están ahí para mí, y con las que me puedo soltar sin tener ningún tipo de complejo, pero... Supongo que eres especial para mí, Jung.

Giró su cabeza hacia mí, clavando sus rojos y llorosos ojos en los míos.

—Gracias, Yoongi. —sonrió, bajando su mirada—. Creo que... Te debo una buena explicación de esto, ¿no? —rió, posando su mirada por la habitación.

Asentí.

—Verás... No sé desde cuándo empecé a sentir esto. Ni siquiera sé cómo... Creo que desde hace unos meses me comencé a sentir distinto cuando te tenía cerca. Al principio lo negué, después, lo analicé. Y al final tuve que aceptarlo, me gustabas. Y mucho. —hizo una pausa, mi corazón latía fuerte y rápidamente—. Cuando Jimin y Jungkook confirmaron su relación, me sentí celoso. Celoso de que ellos sí pudieran ser felices con la persona que amaban y yo no.

—Pero, Jimin sufrió mucho hasta... —interrumpí, intentando explicar.

—Sí, sí, lo sé. —me miró con una sonrisa—. Era aquí a donde quería llegar. Hablé con Jimin más adelante, y me confesó todo. Desde dónde llevaba sintiéndolo, lo que llevaba sufrido y cómo al final lo consiguió. Y sí, entre los dos, involucrando a Jungkook, realizamos este "plan" para comprobar si en verdad sentías algo por mí. —miró hacia el techo, yo no podía apartar mi mirada de su rostro—. Ahora que lo pienso mejor... Me parece que actuamos sin pensar, como unos niños... —rió.

Me sentía raro. Mejor dicho, no sabía lo que sentía.

Tenía que averiguarlo.

—Hoseok... —susurré, haciendo que me mirara—. Bésame.

Este abrió sus ojos a más no poder. Su cara se tornó roja, la mía también.

—¿Q-Qué? Yoongi... No bromees con esas cosas. —se llevó las manos a las mejillas, para luego taparse el rostro de la vergüenza.

—¡Yah~~! —me quejé con mis mejillas también ardiendo—. No hagas esto más difícil, Hope~. Necesito saber lo que siento. Si me besas... Podré tener una idea.

Este apartó sus manos lentamente, y me miró a los ojos.

—E-Está bien. Pero hazlo tú, yo no puedo.

Fruncí mi ceño, a lo que él hizo un puchero. No podía contra eso.

Suspiré resignado, acercándome lentamente al rostro de Hoseok. Mi corazón latía muy rápido.

Él cerró sus ojos, yo hice lo mismo. Y en segundos, noté como mis labios hacían contacto con los suyos.

Tenía calor, mi corazón estaba desbordado, y me sentía bloqueado. Pensaba que esto me ayudaría a saber lo que sentía, pero solo estaba más confuso que antes.

J-hope, sin separar nuestras bocas, subió su mano y acarició mi mejilla, acomodando mejor sus labios sobre los míos.

Cada vez tenía más calor, no podía más.

Me separé lentamente, cuando ya me empezaba a faltar el aire.

Hoseok me clavó su mirada.

—¿Y bien? —preguntó.

—Yo... —desvié mi mirada—. No lo sé.

Me sentía estúpido, avergonzado.

Hoseok suspiró.

—Yoongi, no tienes por qué hacer esto. No te fuerces a tí mismo, lo irás descubriendo poco a poco. —posó su mano sobre mi hombro—. No te preocupes, no volveré a cometer el error de ignorarte. Ahora ya sabes mis sentimientos, solo queda que tú ordenes los tuyos. Seguiremos siendo amigos, y sea cual sea tu decisión, no me alejaré de tu lado, ¿de acuerdo? —su sonrisa era más radiante que nunca.

Había olvidado que Hoseok siempre fue muy comprensivo conmigo.

Sonreí.

—Muchas gracias, Hope. —me levanté y le ayudé a incorporarse, ambos dándonos un abrazo.

En ese momento, entró Jimin.

—¡Oh...! ¿Estáis...? ¿Estáis saliendo? —preguntó un poco confuso por la escena.

Genial, ahora el enano tenía que venir y estropearlo todo.

Antes de que pudiera contestar, se me adelantó Hoseok.

—No, Jimin. —rió—. Iremos poco a poco para descubrir los sentimientos de Yoongi. —se giró hacia mí y me guiñó un ojo.

Aquello volvió a acelerar mi corazón. ¡Eso no era justo! ¡Eso es jugar sucio!

¿Pero qué estoy diciendo? En teoría no debería de ponerme así porque un amigo me guiñe un ojo... ¿Qué me está pasando?

Jimin vio mi reacción ante el acto de Hoseok, y rió por lo bajo.

Lo mataría, juro que lo mataría.

—Está bien, ya veo... Bueno chicos, me voy con Jungkook. —antes de salir por la puerta, se giró en mi dirección—. ¿Sabes qué, Yoongi? Tener un novio que me quiera es lo mejor del mundo. Deberías probarlo. —y abandonó la habitación echándome la lengua.

—Yoongi, no le hag... —comenzó a decir Hoseok.

—¡¡COMIENZA A CORRER, ENANO!! —grité, corriendo lo más rápido que pude detrás de Jimin, el cual se reía escapando de mí.

Y así terminó ese extraño y emotivo día, en el cual Jimin y Jungkook ordenaron mi estudio como castigo por el inoportuno comentario del enano.