Internado Stone|TERMINADA|

¡No es lo que parece!

*NARRA CASSY*

No pude dormir en toda la noche... No dejaba de pensar en que hoy tendría que volver a mi casa ya que Brooke y Sky irían allí para hablar conmigo. Nunca les avise que me iría.
Tomé mi maleta, la cuál estaba intacta ya que no la abrí en ningún momento, y salí de allí.
El hotel en donde dormí ayer por la noche no estaba muy lejos de mi hogar así que en menos de 20 minutos ya estaba frente a la puerta. Dude en tocar, pero recordé que no me había llevado mi llave y no tuve otra opción que hacerlo. Mi padre abrió la puerta y sin decir nada se hizo a un lado para que pasara.

Yo: Papá... Yo...

Padre: No tienes que decir nada Cassy... Te entiendo. Lamento que tu madre no lo haga... Ven aquí, pequeña.- Abrió sus brazos e inmediatamente fui a abrazarlo.- Se que no somos los padres perfectos... Sufrimos mucho pero tu no tienes la culpa de nada. Lamento no haber estado presente cuando más nos necesitabas.- Dijo con la voz quebrada. ¿Iba a llorar? Nunca había visto llorar a mi padre... Bueno, solo una vez.

Yo: Me golpeó...- Le confesé a mi padre con los ojos cristalizados.

Padre: Lo se... No volverá a hacerlo. Cassy... Tu madre y yo nos vamos a divorciar.- No sabia como sentirme al respecto.- Y te digo esto ya que mañana serás mayor de edad... Y puedes mudarte si tu quieres. Pero yo quiero que vengas a vivir conmigo... Regresaremos a casa.- Me sonrió.

Yo: ¿A casa? ¿Es en serio?.- Me limpie las pocas lágrimas que cayeron por mis mejillas.

Padre: Así es, ¿vendrás conmigo?

Yo: ¡Si! ¡Si! Yo... Tengo que llamar a alguien! ¿Cuando nos iremos?.- Tenía que avisarle a Skylar y Brooke que no hacia falta que viniesen.

Padre: En algunos días pero te aseguro que lo antes posible... Ten, toma tu teléfono.- Sacó de su bolsillo mi teléfono y me lo entrego.

Yo: Gracias papá.- Lo besé en la mejilla y me dirigí a mi habitación pero antes de entrar escuche un sollozo que provenía de la habitación de mi madre. No pude evitar acercarme y observar, la puerta estaba abierta.

Madre: ¿Y tu que quieres?.- Vaya.

Yo: ¿Porque lloras?.- Fue una pregunta estúpida pero fue la única que se me ocurrió.

Madre: ¡Ya lo sabes! ¡Vete de aquí!.- Y pensar que yo a esa mujer le decía "Mamá".

Yo: ¿Sabes...? Si es por que tu y mi padre se van a divorciar, no deberías llorar.- Ella me miro confundida.- Estabas destinada a quedarte sola... Sin tu hija, sin tu marido... Y sin tu hijo.- Sentí un poco de remordimiento al instante en que lo dije pero desapareció rápidamente al recordar el infierno que ella me hizo pasar desde la muerte de mi hermano.

Madre: ¿Como te atreves?.- Se puso rápidamente de pie y amagó a golpearme.

Yo: Ni siquiera lo pienses.- Le dije fríamente mientras daba un paso hacia atrás.- No te atrevas a ponerme una mano encima.

Madre: ¿Y tu quien te crees que eres?.- Rió irónicamente.- No eres nadie, mocosa engreída. No puedo creer que seas mi hija... Yo no crié a una zorra.- Sorprendentemente, esas palabras no me hicieron daño.

Yo: En otras circunstancias te habría odiado y hasta llorado pero creeme que me importas tan poco que no vale la pena odiarte... Eso seria mucho esfuerzo de mi parte para ti.- Le sonreí hipócritamente y ella se quedo sin palabras.- Ahora si me disculpas, voy a empacar algunas cosas para cuando regrese con mi padre a casa, sin ti...- Le dedique una última mirada y me fui.
Una vez dentro de mi habitación empecé a buscar a Sky en los contactos de mi teléfono hasta que la encontré e inmediatamente la llame.