Oliver está cansado de Alya. Está cansado de su sonrisa metálica, de sus ojos cafés siguiendo cada paso que da. Está harto de que a cualquier lado que mire se encuentre con un par de trenzas rojizas y millones de pecas que nunca se ha esforzado por...
Y cuando me menos lo notas ya estas llorando. Te haces una bolita en tu cama y buscas las mil un maneras de que nadie te escuche. No puedes permitir que te escuchen, no quieres dar explicaciones y tampoco quieres dibujar una sonrisa falsa.
No notas las lágrimas hasta que caen de tu rostro, desde las pestañas, pasando por las mejillas y al final cayendo sobre tu brazo. Haces puño con tu mano y lo pones en tu boca para evitar gritar, porque como dije antes, no quieres que te escuchen.
Tu respiración se empieza a calmar, y tus lágrimas parecen empezar a parar. Pero luego te das cuenta que por lo que llorabas era algo tonto, que no merecía tus lagrimas.
Poco a poco tu cara se vuelve a desfigurar y volvemos a empezar. Lágrimas, puño, gritos silenciosos, tranquilidad.
Es un pequeño ciclo que se demora toda la noche, hasta que tus ojos no pueden más o el cansancio te derrumba y te dejas caer en el mundo de los sueños. Donde si tienes suerte, no te aguarda una pesadilla.
Luego al amanecer, viene lo duro. Como tapar la hinchazón de tus ojos, o tu dolor de garganta. Ahí es donde aparecen la confiables gafas y las gárgaras.
Corres al baño, tienes que ser la primera en él para que nadie note nada, para que no se den cuenta de que haz llorado de nuevo. Que rompiste tu promesa de no volver a llorar por lo mismo.
Te miras al espejo y odias lo que ves. Ojos rojos hinchados, algunas lágrimas secas en tus mejillas. Tienes el cabello hecho un asco y no hay rastro de la sonrisa que un día ocupo tus labios. Empiezas a peinar tu cabello, arreglándolo un poco, te lavas la cara, te pintas los labios y los párpados. Te pones las gafas y practicas tu sonrisa. Cuando al fin estas convencida de que es lo más creíble, te miras una vez más al espejo y le susurras a tu reflejo: "Hoy no vuelvo a llorar, hoy todo va a ir mejor". Y utilizas tu sonrisa falsa una vez más, solo para ver si logras engañarte a ti misma.
Sales de baño y saludas a tu familia, desayunas, sonríes, haces lo imposible para que no noten tu "ligera" depresión.
Te metes tanto en la máscara de ser feliz que no notas que ya eres feliz. Que esos segundos en que tu hermana te hizo reír de alguna payasada en el desayuno, esa fracción de segundo en que tus labios se curvaron, fuiste feliz. Probaste la felicidad.
Pero te volviste a dejar caer por tus problemas, volviste a pensar en la misma mierda que mata tu sonrisa. No hagas eso, sostente de los momentos que te hagan reír, sal con las personas que por más que te trates de no reír siempre lo hagas. Pide abrazos, los necesitas. Nadie niega abrazos por que todos los necesitamos.
Sonríe, no la falsa sonrisa que pones en las mañanas. Sonríe desde adentro, vuélvele a dibujar una sonrisa a tu corazón. Es la mejor cura que podrás encontrar.
— Señorita, por favor ponga su asiento recto y la mesita en su lugar. Muchas gracias, estamos por aterrizar.
—Seguro
—¿Señorita, se encuentra bien?
Sonrisa falsa.
—Algo así.
Mirada de compasión.
—Bienvenida a Tenerife, y sonría. El sol sonríe hoy, usted debería también.
—Muchas gracias. Lo haré.
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;) surprise ;) Lol xd
PRÓXIMO CAPÍTULO (la fecha se mantiene) 18 de Diciembre
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Lol. La imagen me gustó y como acostumbro a dejar una imagen pensé que también les gustaría.
Y pues muchas gracias por los comentarios y los votos. No saben cómo alegran mis días, y más en esta semana de exámenes.
