Cap. 5 - Enojada conmigo

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A los dos días me sentí un poco mejor, así que me levanté y salí a la azotea a pensar, pensar en Fernanda, miraba su cuarto desde allí, solo quería verla, pero tenía las cortinas cerradas, solo podía mirar esas cortinas blancas con tristeza "oye" una voy me dijo mientras se acercaban unos pasos, volteé a ver y era un médico "¿...que es lo que haces?" dijo cuando llegó a mi lado, los dos estábamos frente al cuarto de Fernanda desde la azotea del Ala Oeste

- E...eh estoy tomando el sol –respondí

- No estés aquí afuera por mucho tiempo, aun tienes ese resfriado

- ¿Huh? Bien

- ¿No me reconoces dijo? –preguntó serio- soy el Doctor Díaz, nos vimos hace un par de días

- ¿Doctor Díaz? Su barba...

- Salí a las montañas por dos meses tan pronto regresé, tuve que trabajar ¿no es eso brutal? Un niño en el cuarto de emergencias lloraba por mi aspecto... así que fui a una barbería a que me retiraran el bosque que tenía en mi mentón.

- Ah ya veo

- Escuché que a Fernanda no le agradas –dijo aferrándose de la barandilla frente al cuarto de fernanda

- ¿Huh? ¿Cómo sabe acerca de eso?

- Ella me lo dijo, estaba realmente molesta ¿no es atemorizante cuando se enoja? –dijo mirándome a la cara

- Si, realmente lo es –dije bajando la mirada

- ¿Huh? ¿Cómo conoce a Fernanda?

- Es natural... soy su médico –dijo mirando al cuarto de ella

- ¿Su médico? Usted debe ser el cardiólogo

- ¿Quién te comento acerca de su condición? –preguntó incrédulo volteando la mirada hacia a mi

- Fernanda –dije volteando la mirada hacia su cuarto

- Mm... eso es raro... dijo el, volteando la mirada nuevamente hacia el cuarto de ella- por lo general ella no habla acerca de eso

- ¿de verdad?

- A ella la conozco de hace ya seis años, no creo que le haya dicho a alguien acerca de su condición antes.

- ¿Huh?

- Ella tiene esa clase de personalidad, no tiene muchos amigos, de hecho... no tiene amigos, ni intenta hacerlos, eres el único amigo que conozco que ella tiene, es algo bueno que tenga a alguien como como su amigo con el cual pueda hablar acerca de su condición

- ... -no reaccioné a nada, solo sonreí

- Cristian –dijo y se volteó hacia mi- ¿podrías llevarte bien con ella... como su amigo?

- ¿Cómo su amigo?

- Los amigos son importantes, alguien con quien le pueda hablar de muchas cosas, por supuesto, es diferente de una relación afectuosa y de que habrá un muro inescalable, pero eso es algo que no puedes remediar... la gente dice que la amista entre hombres y mujeres no hace que se crucen los caminos, pero eso no es verdad... Fernanda y tú son amigos ¿verdad? –dijo con una expresión como victoriosa, pero fingida

- ... -sus palabras me molestaron un poco

- Cuida a Fernanda... como su amigo

Luego de esa conversación me retiré con la cabeza gacha y fui a darme unas vueltas por el hospital, cada vez que María me veía se reía, ella trataba de ocultarlo, pero yo igual me daba cuenta, después de darme como diez vueltas volví a mi cuarto a pensar en todo, en Fernanda y en las palabras de ese doctor "como amigo" resonaba en mi mente, eso me molestaba y me ponía furioso ¿Quién se cree que es ese tipo?.

Cueste lo que cuesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora