Cap. 14 - Prohibido verla

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Continuábamos la conversación el doctor Díaz y yo

- ¿quieres decir que la operación ha fallado? –dije asustado y nervioso

- No, todo marchó bien –dijo tranquilo- hice todo lo que pude, incluso si tuviera que repetir el proceso dudo que lo pueda hacer mejor

- A...así que lo logró

- Sin embargo, tendrá que quedar en observación por unos dos o tres días, sino surgen problema lo habremos logrado entonces

- Entonces... ¿Qué quiso decir con "el peor"?

- Lo sabrás muy pronto, incluso si no quisieras saberlo

Dicho eso el doctor se retiró, una enfermera que pasaba por ahí me tomo del brazo y me condujo a mi habitación, le pregunté que por qué me llevaba, y ella dijo que era por orden del doctor Días.

A las ocho de la mañana fui a la sala UCI (Unidad de Cuidado Intensivo) llegué y entre como si nada, pero una enfermera desde adentro me echo prácticamente volando, no me quedaba de otra, así que me quedé afuera en una silla, estando ahí recordé que María había entrado hace un rato, decidí esperar a que saliera para preguntarle por Fernanda. Después de un rato María apareció por la puerta del UCI, apenas la vi le hablé "¡María!"

- ¡ah! ¡Me asustaste!

- ¿C...cómo se encuentra Fernanda?

- Ah al parecer todo va bien –dijo con felicidad y cerrando la puerta

- Ya veo

- Ven vamos, incluso a ti no te puedo dejar entrar al UCI –dijo y comenzó a caminar

- Está bien –dije y la seguí

Caminamos hasta la recepción donde ella dejó su tabloide y lo timbró

- Oye Cris –dijo María volviéndose hacia mi

- ¿Qué pasa?

- Bueno... no importa

- ¿Huh?

- Después de todo ¿irás a estudiar a donde supuestamente querías?

- Para nada

- Si no estudias tendrás que repetir el trabajo de este año, Fernanda lo está intentando, deberías seguirle el paso

- ¿Hoh?

- ¿no piensas que eso sonó como a una enfermera? –pregunto con mirada pícara

- Mm...

- ¿Heh? Estos chicos de hoy... ¿no pueden decir tan solo "lo haré"? -dijo en tono de molestarle que yo dudara, y apenas termino de hablar dejó caer su mano sobre y cabeza hasta mi nariz

- Oye... ¿a que viene eso? –le pregunté eso y se largó a reír

- Bueno.... vamos, regresa a tu cuarto

- Está bien, está bien –dije y le hice caso, me fui a mi cuarto

- Criis sabias que... -me hablo cuando ya iba a medio pasillo

- ¿Qué... Que cosa?

- ... apresúrate en ir a tu cuarto, mocoso –me dijo y entro en la oficina de la recepción

Cueste lo que cuesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora