capitulo 44

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No puedo creerme que esté aquí, después de todo lo que ha hecho porque Christian y yo nos separamos, ¿que quiere ahora?, ¿hacer más daño?

_Hija. — Dice mi padre, y mira a Christian con odio, ni si quiera le saluda.

_¿Que quieres?. — Digo y abrazo más a mi bebé, no me fio de mi padre.

_Me he enterado que habías dado a luz, y quería ver a mi nieto. — Dice mi padre y observa a mi bebé.

_Pues ya le has visto papá, ahora puedes irte. — Digo y agacho la mirada.

_Hija, no quiero que estemos así, no me gusta que me hables así, al fin y al cabo yo te di la vida. — Me recrimina mi padre, la calma que traía, se le ha esfumado.

_Muy bien pues muchas gracias, ¿algo más?. — Contesto enfadada y nerviosa.

_Si...que quiero que me perdones.

¿Que?, ¿mi padre acaba de pedirme perdón?, ¿dónde está la cámara oculta?, después de todo lo que me ha hecho, ahora pretende que le perdone, esto es increíble.

_Papá, me has hecho mucho daño, y no sólo a mi, te di la oportunidad de que aceptarás lo nuestro, pero no has querido y has intentado separarme de Christian...lo siento pero no puedo perdonarte. — Digo e intento mantenerme firme, ser fuerte, no pretenda que le perdone por venir aquí y pedir un perdón que encima seguro que no ha sentido.

_No me lo puedo creer, te doy la vida, y así me lo pagas, eres igual que tu madre, una puta. — Grita mi padre.

Me quedo en shock, ¿acaba de llamarme puta?, ¿cómo se atreve a venir aquí e intentar joderme uno de los mejores días de mi vida?, esto es el colmo...

_Mire Señor Steele, no voy a tolerar que insulte a Anastasia, ya sabe donde está la puerta. — Interviene Christian.

_Escúchame, Christian, a ti nadie te ha dicho que te metas. — Dice mi padre. Su mirada es de odio hacia Christian, y no lo entiendo, ¿que le ha hecho Christian para que le trate así y no lo acepte?.

_Me meto porque no voy a permitir que nadie le diga algo ofensivo a Anastasia, aun que sea su padre, vete ahora mismo. — Dice Christian perdiendo el control.

Mi padre me mira esperando que diga algo...¿acaso pretende que le defienda?, mi padre está muy mal de la cabeza.

_Ya le has oído papá, vete. — Digo autoritaria. Mi diosa interior me felicita por ello.

_Muy bien, pues me voy, pero esto no quedará así. — Dice mi padre en tono amenazante.

_Si que quedará así, no vas a volver a acercarte a mi familia y menos para hacer daño a mi Ana e insultarla.
— Le grita Christian.

_Eso ya lo veremos. — Dice mi padre y se va dando un portazo.

_¿Estas bien pequeña?. — Me pregunta Christian

_Si tranquilo, ya he asumido que mi padre nunca más será el de antes, me ha costado pero ya está, no voy a aceptar su perdón, ya ha hecho bastante daño.

_Ana, no me gusta verte así, ya verás que tu padre se dará cuenta que está haciendo las cosas mal y te aseguro que se arrepentirá. — Dice Christian. Sus manos vuelven a acariciar mi pelo y se me pone la piel de gallina con sólo sentir su tacto.

_Gracias Christian, es increíble que no me hayas dejado o mandado a la mierda después de todo, tienes un corazón que no te cabe en el pecho.
— Digo y pongo mi mano en su pecho.

Christian se aparta, eso no me lo esperaba.

_¿Que pasa Christian?. — Digo nerviosa, ¿acaso he hecho algo mal?

_No pasa nada pequeña, sólo me cuesta que me toquen ahí. — Dice Christian nervioso. Cuando le he tocado, sus ojos reflejaban miedo.

_Lo siento. — Digo con la voz apenas audible. Quiero saber el motivo pero creo que no es el momento.

Christian coge a mi pequeño en brazos y lo mira con dulzura.

_¿Como quieres llamar a nuestro campeón?. — Pregunta Christian ilusionado. Ver a Christian con nuestro bebé es como ver a un niño pequeño con su juguete favorito, me da a mi que van a ser inseparables...

_No lo sé, ¿que tal te parece el nombre de Theodore?, me he enterado que te gusta ese nombre, es el nombre de tu abuelo.

_Me parece perfecto Ana, y a Ted también le gusta. — Dice Christian y me devuelve a mi pequeño, es hora de comer.

Me subo la camiseta y mi bebé se agarra a mi pecho, al principio duele, pero después me quedo embobada mirándole, me da a mi que a mi pequeño le gusta mucho la leche.

Christian me mira embobado, se acerca a nosotros y me da un tierno beso en la frente.

_Gracias Ana por hacerme el hombre más feliz del mundo, os miro y me emociono, es demasiada felicidad la que siento. — Confiesa Christian emocionado.

_A ti por hacerme la mujer más feliz del mundo, ahora todo es perfecto, te amo Christian. — Digo yo también emocionada.

Mi pequeño termina de comer y Christian lo mete en la incubadora, mi bebé tiene que dormir.

Mientras mi bebé duerme, Christian va a por algo de comer y comemos juntos en la habitación.

¿Podría ser más feliz?, lo dudo.

De pronto, entra mi madre cargada con un montón de globos de colores con dibujos de chupetes y biberones, también Bob, su nuevo novio, trae un osito panda para nuestro bebé.

_Felicidades. — Dice mi madre emocionada y corre a ver al bebé, ni si quiera viene a ver como estoy, estas abuelas...

_Oh dios mio, es precioso. — Dice mi madre.

_Gracias mamá, opino lo mismo. — Digo muy contenta de que haya venido.

_¿No le piensas dar un beso a tu suegra?. — Le pregunta mi madre a Christian de pronto. Así es mi madre, ella y su absurda manía de hacerme pasar vergüenza...

Christian le da dos besos a mi madre, y le da un apretón de manos a Bob como saludo.

_Felicidades Christian, gracias por cuidar me mi hija. — Le dice mi madre a Christian.

_Un placer. — Contesta Christian.

Grace también entra en la habitación y habla con mi madre, serán buenas amigas, estoy segura.

Yo no puedo quitar la sonrisa de mi rostro, ahora mismo lo tengo todo, no podría ser más feliz.

Un rato después, viene Mía con su hijo, Kate y el padre de Christian, todos están ansiosos por conocer al nuevo integrante de la familia, un bebé que no fué planeado, pero al que quiero más que a mi vida, igual que a mi Christian, ellos son mi todo.

Christian recibe una llamada de la universidad, resulta que su media es muy buena, y ya le quieren como doctor en un hospital de mucho prestigio.

Todos felicitan a Christian, pero Christian no parece feliz, nos ha contado está maravillosa noticia pero aún hay más...

_Hay una mala noticia. — Dice Christian serio.

_¿Que noticia?. — Digo ansiosa por saber.

_El hospital al que me quieren mandar, no está en Seattle, ni si quiera está en Estados Unidos, me quieren mandar a Irlanda. — Dice Christian y me deja en shock, eso está muy lejos...

Buenas noches, aquí dejo nuevo capítulo.

Gracias por leer, votar y comentar.

Nos leemos a las 160 estrellitas.

Besoos

Embarazo inesperado (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora