capitulo 48

6.8K 509 27
                                    

Salgo por la puerta delantera del banco y me choco con Taylor, mi niño comienza a llorar, sabe que algo va mal.

_Señorita Steele, dios mío, el señor Grey la está buscando por todas partes. — Dice Taylor ¿aliviado?, seguro Christian le ha dicho que me busque.

_Taylor, ahora no puedo atenderte, por favor quédate con Teddy y dile a Christian que pase lo que pase, que le quiero. — Digo apurada y le entrego mi hijo a Taylor, de él puedo fiarme

_Pero Señorita, no puede hacer esto, vuelva aquí. — Grita Taylor intentando correr tras de mi, pero consigo despistarle.

En la puerta de atrás me espera Elena, me coge el movil y lo tira al contenedor, después dos hombres me empujan dentro de una furgoneta negra.

Camino a no se donde me llevará Elena, pienso en mi bebé y en Christian, es un alivio saber que ellos van a estar bien, si algo les pasa me muero, prefiero mil veces sufrir yo antes de que sufran ellos.

Dos hombres van conmigo en la parte de atrás de la furgoneta, se que son los guardaespaldas de Elena, van vestidos completamente de negro y unas gafas de sol también negras.

La furgoneta se pone en marcha y miro a la ventana, observando como empieza a llover, perfecto, un clima triste para un día triste.

_Por tu bien espero que Christian no sepa nada. — Me amenaza Elena.

Maldita sea, Elena está empeñada en hacernos sufrir, si no es mi padre, es ella, ¿por qué no podemos vivir en paz?, solo quiero estar con Christian sin necesidad de que haya de por medio viejas pedofilas y padres dementes, ¿es mucho pedir?

_No sabe nada. — Digo al fin.

A Elena se le dibuja una amplia sonrisa en el rostro, se que está tramando algo.

_Más te vale Anita, si no su hermanita Mía y su querido sobrino, lo van a pasar muy mal. — Continua amenazandome Elena

Yo no digo nada, estoy demasiado nerviosa y no conseguiría decir una frase entera, sólo quiero que esto acabe, darle el estúpido dinero y que suelten a Mía y a su hijo.

La furgoneta negra aparca en un descampado donde no hay nadie, ni si quiera Mía y su hijo.

_¿Dónde están Elena?. — Pregunto al fin.

_Eres muy impaciente Ana, antes que nada, te voy a decir una cosa, Christian Grey es mio, eramos amigos hasta que tu llegastes, quiero que te alejes de él, no quiero volver a verte cerca de él. — Grita Elena.

Dos de sus hombres me cogen por los hombros y el miedo comienza a apoderarse de mi, ese no era el trato, se supone que le daría el dinero y ya está. No logro decir nada, mis nervios no me lo permiten.

_Querida Anastasia, Mía y su hijo ya están sueltos, ahora mismo te estarán agradecidos, esa es la buena noticia, la mala es que tú no vas a volver por Seattle, no voy a permitir que te quedes con Christian, él no es un hombre de flores y corazones, tú le has cambiado y pagarás por ello. — Vuelve a amenazarme Elena.

_Elena, no pienso alejarme de mi familia. — Saco la valentía que ni se que tenía para contestar.

_No estás en condiciones de decir nada Ana, aquí se hace lo que yo quiera, así que cierra la boca. — Grita Elena.

Uno de los hombres me empuja y caigo al suelo.

Elena me clava el tacón de su zapato en la espalda y continúa hablando, unas ganas horribles de matarla se apoderan de mi.

_Como iba diciendo querida, no vas a volver a Seattle, no volverás a ver a Christian, vas a desaparecer y Christian tarde o temprano se olvidará de ti, Christian nunca ha querido a una mujer y tu no eres la excepción querida. — Continua hablando Elena. Me hace daño, pero no porque me está clavando su tacón, si no por sus palabras, porque no hay escapatoria.

Elena me da una patada en las costillas y continúa hablando.

_No eres más que una chiquilla ingenua, no puedes estar con alguien como Christian, al pobre no le quedó más remedio que aceptarte al enterarse de que estabas embarazada, jugaste sucio y lo pagarás muy caro. — Dice Elena y me da otra patada, lo que provoca que suelte un pequeño grito.

Me levanto del suelo, no dándolo todo por perdido y casi no puedo mantenerme en pie, me duele todo el cuerpo y no me quedan fuerzas, pero no voy a rendirme.

_Eso es mentira Elena, Christian me quiere, en cambio a ti te odia, y aún que desaparezca de su vida, nunca te va a querer, nunca te ha querido y cuando se entere de lo que estás haciendo, te aseguro que te lo hará pagar muy caro. — Digo decidida, si va a matarme por lo menos que escuche lo que tengo que decirla, al menos me deshaogo.

_Eres una niñata, no te atrevas a decir eso, Christian nunca se enterará de esto, y cuando tu no estés, otras le consolarán y seguiré siendo su amiga, mientras que tu serás historia. — Dice Elena que en el fondo ni si quiera se cree que Christian me va a olvidar.

_¿Sabes Elena?, me das pena, ni tu crees lo que estas diciendo. — Digo. Debido a eso, uno de sus hombres me vuelve a tirar al suelo dándome un fuerte puñetazo en la boca.

_Será mejor que te cayes niñata, te estás cavando tu propia tumba. — Grita Elena fuera de si.

Ya no contesto ni digo nada más, ya no tengo fuerzas ni ganas de responder, por más que diga, estoy pérdida, no podré salir de aquí, pero me vale con saber que Christian y mi hijo estarán bien.

_Muy bien Ana, así me gusta, que estés cayadita. — Dice Elena y se ríe al verme rendida.

Uno de los hombres vuelve a pegarme otra patada y ya no puedo más, no puedo aguantar más el dolor, ya no aguanto más, presiento que en cualquier momento, perderé el conocimiento.

_Eso es Ana, cierra los ojos, tu pesadilla va a empezar. — Dice Elena antes de que cierre los ojos y escuche de fondo sirenas de policía, gritos y pasos hasta mi, luego todo se vuelve negro.

Buenas noches, aquí traigo nuevo capítulo.

Gracias por leer, votar y comentar.

Felices fiestas 🎉,  espero lo pasen genial al lado de su familia y amigos

Besoos




Embarazo inesperado (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora