A mis 15

¿Quien es Simon Fray?

-Por su puesto que no me molesta.

-Bien-dijo sonriendo-¿Vamos?

-Vamos

Pensándolo bien, creo que no fue una mala bienvenida, Simon era perfecto pero el único problema es que era amigo del idiota que se divierte haciendo infeliz a los demás, definitivamente creo que no tendré más contacto con Simon por el líder de su grupo.

-Bien… Llegamos, déjame entrar, están con Emily…

-¿Emily?

-Emmm… Si, es la maestra de Música… Ahora entremos-Tocó la puerta y una mujer miró por la ventanilla de la puerta, sonrió y caminó hacia nosotros-

-¡Simon! No voy a esconderte como el año pasado, ve a tu salón…

-No, Señorita Emily, cambié mi horario-

-Pero que estupenda noticia, bueno… y ¿Que haces llegando tan tarde a mi clase señor Fray?

-Emmm… Es ella… La pasé a llevar y se empapó con gaseosa… le ofrecí mi ayuda, es nueva en esta cárcel… y no me gusta que los chicos nuevos tengan una mala impresión del Instituto… ya sabe.

-Si lo comprendo… pasen y preséntate jovencita.-Si, definitivamente es una muy grata bienvenida, nada mejor que un chico guapo de hable y lleve al salón y luego música como primera clase.

-Bueno… emmm… Hola, me llamo Katherine Payne, tengo quince años, y mis padres me tratan como una pequeña de cinco y hace siete años que no tengo contacto con mi padre… eso.

-Bueno Katherine… Soy tu maestra de Música me llamo Emily espero no haberte formado una mala impresión, es solo que al año pasado tenía que esconder a Simon en mi salón porque llegaba tarde a todas las clases-sonrió-

-Emmm… Señorita Emily

-¡Oh! Cariño puedes decirme Emy.

-Bueno… emmm… Señorita Emy, mi madre me llamaba Katherine cuando me regañaba, si no es mucha la molestia ¿Podría llamarme Kate?

-Claro… emmm… Kate, si quieres puedes sentarte con Simon.

-Ven aquí Kate-Me llamó Simon, era bastante guapo y me había ayudado cuando se volcó la gaseosa en mi ropa.

-Vaya que animado estas Simon-dijo Emy- y ya que estas con mucho ánimo, ven a adelante e interprétanos la primera canción del año.

-Creo que prefiero quedarme callado.

-Sabia que dirías algo así-rió-Kate… ¿sabes tocar algún instrumento?

-Emmm… si

-Están esperándote, ven baja aquí e interprétanos una canción.

-Emmm… Por supuesto me hará bien tocar a algo.

El salón era hermoso a un costado había un piano de cola, negro, en una esquina habían guitarras; acústicas, eléctricas y electroacústicas; la batería estaba a otro costado; saxofones, flautas, violines, etc. Los puestos eran hacia arriba como los salones de la Universidad. Me quedé perpleja en mitad del escenario pensando que podría tocar, y decidí ir al piano cuando me senté, escuché un vocecita que me habló era suave como las teclas del piano “Me siento tan afortunado de que me hayas elegido” No presté atención y decidí cantar “Make you feel my love-Adele”. Al terminar la misma vocecita me volvió a decir “Buena elección, gracias”, me paré, todo estaba en silencio, creo que no  lo hice bien y de la nada Simon comenzó a aplaudir, se le unió Emy y algunos más, al final terminó toda la clase aplaudiendo…

-Vaya… ¡Wow! Kate ¿Segura que algunos?

-Si.

-¿Cuántos instrumentos sabes tocar Katherine Payne?

-No lo sé.

-Dime los instrumentos que sabes tocar.

-Guitarra, piano, saxofón, batería, algo de violín.

-Bien, Kate puedes ir a sentarte.

-Gracias.

Creo que no lo hice tan mal después de todo, lo extraño fue aquella voz que me habló antes y después de tocar el piano, nunca me había pasado, creo que fueron los nervios me equivoqué varias veces pero no fue tan mal después de todo, sólo practicaba 3 veces a la semana con el piano de mi escuela anterior, a pesar de que le pedí a Jocelyn un teclado, nunca me lo regaló…

-Kate… respóndeme…-dijo Simon mirándome-¿Desde cuando sabes tocar el piano?

-Ammm… Discúlpame… ¿que me estabas diciendo?

-Te estaba preguntando  desde hace cuanto sabes tocar el piano.

-No se hace mucho, en el instituto anterior los últimos tres meses del año no hacemos nada y como era la mejor de la clase de música le pedía las llaves del salón de música y pasé los últimos meses del año escolar intentando tocar el teclado y… Un día mi maestra me vio intentando tocar y me hizo clases de cuarenta y cinco minutos durante una semana y luego murió en un accidente de tránsito… le prometí la tumba que aprendería a tocar y que sería una estrella.

-Vaya… lo lamento… pero… ¿En solo tres meses?

-No te preocupes… y… sí, en tres meses.

-Imposible…-me miró sorprendido.

-¿Por qué lo dices?

- Porque llevo 2 años tratando de aprender y con suerte sé las notas y formar acordes.

-Jajajaja ¿En serio?

-No es chiste, es bastante frustrante.

-¿De que hablan ustedes dos eh?-Dijo Emy mirándonos seriamente.

-Emmm… Le preguntaba a Kate hace cuanto tocaba… ¡Maestra, aprendió a tocar el piano en tres meses!

-¡Simon, cállate!-le dije avergonzada.

-¿Es un chiste, no?-Dijo sorprendida.

-Emmm…

-Claro que no-Simon estaba gritando, emocionado cuando justo tocaron la campana.

Salí al patio y perdí de vista a Simon, bueno era de esperar, él ya tenía un grupo de amigos y yo tendría que buscar a algunos, primero tendría que ir a la oficina para buscar mi horario, el problema era ¿Dónde queda la maldita oficina?... Bueno de algún modo u otro tendría que encontrarla y tenía 15 minutos para hacerlo o al menos eso me dijo Simon antes de desaparecer. Bueno fui al baño quería ver si podía secar algo de gaseosa en mi blusa, pero antes de entrar alguien me agarró por el brazo y me tiró hasta botarme al suelo.

-¿Que te pasa? Estúpido me botaste-era el idiota que me empujo en la mañana.

-No creas que te salvaste porque a Simon le dio por hacerse el lindo.

-Simón es un buen chico, no como tú idiota.

-¿Disculpa?

-Que eres un idiota.

Me miró de arriba a bajo y su mirada se llenó de odio, sus labios carnosos se curvaron formando una línea, sus ojos azul cielo mi miraron y luego sentí una presión contra mi pecho, caí y sentí un golpe en la cabeza, se me nubló la vista y todo se volvió negro… Luego en algún lugar de la habitación oscura en la me hallaba vi una lucecita que cada vez se agrandaba hasta llenar la habitación completa, en una de las esquinas comenzó a acercarse una sombra familiar era la sombra de Jane mi maestra de música, la miré y me dijo.

-Kate, mi pequeña Kate, ¿Qué haces aquí?

-Yo… no lo sé… iba al baño y no recuerdo más.

-Aún falta una promesa que cumplir…no es tiempo… así que ve, y hazme el orgullo de verte brillar en un escenario.

La sombra de Jane comenzó a desvanecerse y voces reemplazaron aquella habitación oscura.