[Once: De problemas que se avecinan]

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»No puede mentir, sólo ocultar la verdad.



El resto de la ceremonia transcurrió con normalidad, incluso fue conmovedora para todos los presentes. Algunos otros (sólo uno en realidad) sintió su corazón oprimirse con fuerza cuando el momento del beso llegó.

Dolió más de lo que había pensado. Y eso que se preparó mentalmente, pero la realidad era muchísimo más dura que su imaginación.

—Disculpa, tengo que...—Desviando la mirada mientras todos aplaudían a los novios, MyungSoo se levantó de su lugar, empujando suavemente a SungJong para poder salir del pequeño salón.

—Ay, Myung...—El menor miró a su pareja, quien le sonrió a modo de tranquilizarlo. —Dong, no podemos dejarlo solo. ¿Sabes? Podemos disculparnos con Nam y...—

—No, descuida, amor. Tú puedes quedarte aquí, yo iré a cuidarlo, ¿está bien? WooHyun es más amigo tuyo que mío, sólo dile que... le dolía el estomago o algo así. —Le dio un beso en la frente a su novio y se levantó. —Vendré por ti más tarde, ¿sí? Los amo. —Entre aplausos y buenos deseos dichos en voz alta, DongWoo se apresuró para alcanzar a MyungSoo, quien caminaba a paso rápido hacia la salida.



¿Qué había pensado? ¿Que no dolería porque ya lo tenía asumido? Qué mal estaba. Realmente mal.

Se detuvo en la entrada del salón con múltiples salas, respirando tan pesadamente que tuvo que llevarse una mano al pecho con tal de impedir que su corazón se saliera de su lugar. Y eso que no había caminado tan rápido, tampoco era tan viejo, pero de alguna manera se sentía sumamente cansado. Agradecía que sus piernas siguieran sosteniendo su cuerpo, aunque no sabía cómo lo hacían si él mismo sentía que se estaba desmoronando.

—¡MyungSoo! —DongWoo puso su mano sobre el hombro de su amigo y este no tardó ni dos segundos en abrazarlo como si no se hubiesen visto desde hace años. El mayor comprendió muy bien por qué lo hacía, pero no cómo se sentía. Se limitó a envolverlo suavemente entre sus brazos, acariciando su espalda mientras le daba ligeras palmadas y el pelinegro sollozaba escondido en la curvatura de su cuello y hombro.

La gente entraba y salía, algunos los miraban y un chico parecía más curioso que los demás, pero al parecer llevaba prisa porque salió corriendo luego de negar con la cabeza.

—Lo siento... mentí. —Murmuró sin atreverse a salir, algunos minutos después. Jang sonrió y soltó una pequeña risilla que no le llegó a los ojos.

—¿Creíste que no me di cuenta? No quiero recordarte quién tuvo que ir a la tienda para comprarte unos calzoncillos nuevos cuando la marea se llevó los que llevabas. —Comentó divertido. MyungSoo salió de su escondite, sonriendo con los ojos y nariz ligeramente rojos.

—¿Eso qué tiene que ver? —Frotó sus ojos con su antebrazo, con la tela del traje que seguramente tardaría un tiempo en volver a usar por los recuerdos que le traería.

—Que te conozco hasta desnudo. —Respondió entonces encogiéndose de hombros. El menor soltó una carcajada al mismo tiempo que dejó que su amigo viera su rostro. La sonrisa se borró de sus labios y agachó la cabeza.

—Vuelve ahí dentro, SungJong y SungWoo están esperándote. —Dijo rozando apenas su hombro.

—¿SungWoo? —DongWoo arqueó una ceja y Kim ladeó la cabeza, evitando la mirada del mayor.

50 Cosas que sé sobre MyungSoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora