[12. De tormentas largas y nuevas esperanzas.]

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»Es fácil extrañarlo.




La boda había sido estupenda. A pesar de que no pudo encontrarse con MyungSoo una vez más, HoWon era divertido y los amigos de este también, en especial DongWoo, quien no dejaba de hablar y decir muchas cosas que a veces ni siquiera su pareja entendía.

Iban en el auto de camino al departamento de HoWon cuando su celular comenzó a sonar.

-¿No vas a responder? -Preguntó HoWon, mirando de reojo cómo el más alto sólo leía el nombre en la pantalla.

-No. -Respondió en un suspiro, bloqueando el teléfono antes de meterlo a la guantera y recargarse completamente en el asiento. -Este día fue muy divertido, si respondo todo se irá a la mierda. -Agregó.

-¿Era tu padre? -Volvió a preguntar.

SungYeol se giró para verlo y le sonrió, sin decir nada más.




«2 meses después»




-MyungSoo, tráeme el documento que imprimimos ayer por la tarde. También quiero que organices los contratos de los nuevos empleados. -Ordenó SungYeol sin siquiera mirar al pelinegro, quien asintió distraídamente al mismo tiempo que dejaba de morder su pluma.

-¿En carpetas diferentes? -Preguntó. SungYeol lo miró durante unos cortos segundos y asintió, volviendo a mirar al frente para entrar a su oficina.

Habían pasado dos meses para MyungSoo, dos meses desde que su corazón se rompió en millones de pedacitos. Ya no estaba tan roto.

Y en esos mismos meses, SungYeol había comenzado a actuar de manera extraña. Antes procuraba molestarlo con cualquier cosa, pero ahora no hacía más que evitarlo como si tuviera la peste. De alguna forma era solitario.

Organizó todo lo que le ordenó y se levantó de su silla, tomando las carpetas entre sus manos, listo para entregarlas.

Y también, en esos mismos meses, no había sabido nada de WooHyun. Y eso no podía estar mejor.

Tocó la puerta dos veces y entró, caminando lentamente hasta el escritorio de su jefe, dejando sobre esta lo que pidió.

-¿Necesitas algo más? -Cuestionó, descansando sus manos frente a él. SungYeol se estiró un poco para alcanzar las carpetas y les dio un rápido vistazo, asegurándose de que estuviera lo que le había pedido.

-Sí. Quiero un café americano. Hay una cafetería en la carretera principal, queda cerca de aquí en auto. Tráeme uno grande sin azúcar y extra caliente. -Dijo sin despegar la vista de unos documentos que tenía en manos. MyungSoo ladeó la cabeza, mirándolo fijamente hasta que el más alto se dignó a mirarlo. -¿No te vas? -El pelinegro asintió, mas no se movió, provocando que Lee sintiera latir la vena de su frente. -¿Qué esperas? ¿Necesitas que te dé permiso o qué?

-Sólo me preguntaba si tenía que ser necesariamente de esa cafetería. Hay muchas cerca y sus cafés son igual de buenos. -Respondió. SungYeol suspiró, dejando la carpeta sobre su escritorio.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2017 ⏰

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