[Dos: De sorpresas y secretos]

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                   » Nació un 13 de marzo de 1992.





SungYeol abrió el sobre y sostuvo la tarjeta entre sus manos, leyendo el contenido con curiosidad.
No sabía que Key se iba a casar. Hace un par de meses que habían perdido el contacto frecuente a causa del trabajo, pero le alegraba saber que su amigo aún lo mantenía en su mente.

—Vaya... —Suspiró y guardó la invitación en el sobre. Key le había hablado un par de veces de WooHyun, a quien conoció en su agencia ubicada en San Francisco. Según sabía, habían hecho una especie de "clic" al conocerse.
MyungSoo miró de reojo a su jefe y lo encontró sonriendo.

—Qué asco. —Soltó sin darse cuenta. SungYeol borró la sonrisa de su rostro y miró enfurecido a MyungSoo, quien se volteó disimuladamente de nuevo a la pantalla de la computadora.

—¡Haz tu trabajo! —Gritó mientras tomaba su correo y se alejaba dando zancadas. El pelinegro suspiró y volvió a lo suyo.

La tarde cayó como cualquier otro día en Seúl.
Siete jóvenes hacían lo que tenían que hacer, y al mismo tiempo, seis de ellos estaban por recibir una noticia. Dos ya lo habían visto, los otros cuatro aún eran inconscientes de lo que les esperaba. Algo que le daría la vuelta a su mundo.


∙ ∙ ∙ ∙


—Muchas gracias. —Al finalizar la canción, SungKyu hizo una reverencia al público que aplaudía y bajó del pequeño escenario de aquel local.

—Perfecto, como siempre. —Comentó WooHyun una vez que su amigo regresó a la barra.

—No me habías escuchado desde hace tres años, ¿cómo puedes decir eso? —Cuestionó divertido. El castaño sólo mostró una sonrisa y comenzó a jugar con su taza de café.
Se le notaba algo distraído. Pero así había sido desde que llegó a Seúl, al menos así lo había visto SungKyu.

—¿Entonces? —Habló el mayor luego de unos largos segundos. Nam lo miró sin llegar a entender a qué se refería.

—¿Entonces qué? —Arqueó una ceja, esforzándose por sonreír.

—¿Qué es lo que te tiene preocupado? —Preguntó finalmente. WooHyun sonrió amargamente y suspiró. No había hablado de eso con nadie por miedo a como podría ser visto, pero sabía que SungKyu no lo juzgaría y lo ayudaría sin importar qué.

El menor comenzó a hablar, contándole de MyungSoo, y de que era consciente de sus sentimientos. SungKyu no entendió muy bien lo que su amigo le decía, así que una vez que terminó de hablar, se decidió a aclarar sus dudas.

—En otras palabras... Ese chico aún gusta de ti y tú tienes miedo de enfrentarlo porque te vas a casar y, ¿él aún no lo sabe? —WooHyun asintió y Gyu continuó. —Y no quieres herirlo porque han sido amigos desde hace mucho... —El menor asintió nuevamente, bajando la mirada. El mayor acarició su barbilla con su dedo índice y su pulgar, pensando seriamente en lo que acababa de escuchar. —¿Eres idiota? —Entrecerró los ojos.

—¿Qué? —

—WooHyun, si ese chico aún tiene sentimientos por ti, lo único estás haciendo al evadirlo es lastimarlo, ¿no lo ves? —Nam pareció analizarlo unos segundos, entonces el otro continuó: —Sabe que estás en Seúl y no te ha visto desde entonces, para colmo no sabe que te casas... ¿Eres idiota? —

50 Cosas que sé sobre MyungSoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora