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Una mirada fue todo lo que le bastó a Jimin para caer a los pies de Jungkook. Una palabra fue todo lo que le llevó a estar locamente obsesionado con él.

-¿Me puede dar dos... no, un kilo de eso?- Preguntó Jungkook, señalando la carne detrás del mostrador. El padre de Jimin sonrió y se encargó de conseguir lo que Jungkook había pedido. Jimin dejo de cortar carne para poder mirar a Jungkook. La mirada de Jungkook se encontró con la de Jimin brevemente, y él sonrió. Jungkook se balanceó torpemente, sintiéndose incómodo bajo la mirada de Jimin mientras esperaba a que la carne estuviera envuelta.

Jimin seguía observándolo, memorizando todo lo que podía de él a esa distancia, se dio cuenta de cómo Jungkook se mordía los labios y jugaba con el dobladillo de su camisa mientras miraba a su alrededor.

-Aquí tienes.- El padre de Jimin dijo, sacando a Jungkook de sus pensamientos. Él sonrió mientras entregaba el dinero, cogiendo la bolsa que le extendían.

-Gracias.- Jungkook sonrió y asintió con la cabeza a Jimin antes de salir. Una vez fuera, envolvió su abrigo alrededor de él para protegerse del frío ajustando su gorro y bufanda. Su aliento creó nubes blancas en el aire mientras se apresuraba a casa ansioso por librarse del frío.

-Vuelve al trabajo.- El padre de Jimin dijo bruscamente, saliendo a la habitación de atrás. Jimin gruñó, llevando el cuchillo hacia abajo.

-¿Tengo que ir, Tae?- Preguntó Jungkook mientras él y Taehyung caminaban hacia el club. Se sentía incómodo. Nunca debió haber dejado que Taehyung lo vistiera. Sus pantalones estaban demasiado ajustados, su camisa era demasiado delgada y suelta, su cabello estaba totalmente desordenado y estaba bastante seguro de que parecía un idiota con el delineador.

-Sí, tienes que ir- Taehyung respondió, sin parecer afectado por su propio atuendo, que parecía tan malo como el de Jungkook. -Tienes que salir más, hay un montón de chicos guapos.

-Pero...- Taehyung dejó de caminar y puso un dedo en los labios de Jungkook, silenciándolo.

-Dos palabras, chicos calientes.- Dijo, retirando lentamente su dedo. - Vas a ir, te vas a emborrachar y probablemente te acostarás con alguien, ¿de acuerdo?

-Está bien...- Jungkook no veía ningún punto en discutir, una vez Taehyung tenía su mente puesta en algo, era difícil cambiarlo.

-Perfecto.- Taehyung sonrió antes de seguir con su camino. -¡Esto va a ser divertido!

Jimin sonrió en las sombras, apoyado contra una pared. Observó mientras Jungkook y Taehyung se acercaban al club.

Taehyung susurró algo en el oído de Jungkook. Lo que sea que le dijo, hizo que este suspirara un poco y se apartara. La mano de Taehyung se detuvo un segundo más antes de que el par entrara.

Jimin tiró de su capucha y caminó hacia la entrada. -Mi amigo está ahí- dijo asegurándose de que sonará frustrado.- Maldita sea, le dije que me esperara.

-Entra.- El grandulón se apartó, permitiendo que Jimin entrará

-¿En serio?- El hombre asintió, haciendo sonreír a Jimin. Esto era demasiado fácil. -¡Gracias!

-No hay problema.- Jimin entró corriendo, la música lo envolvió. En el exterior no se escucha nada, pero en el interior del club sí, haciendo que Jimin se preguntara que tan gruesas eran las paredes. La música era tan fuerte hasta el punto de ser irreconocible, todo lo que realmente se oía era el ritmo. Jimin trató de ignorar la música, mirando alrededor de la habitación para encontrar a Jungkook. Lo vió sentado en la barra, ya bebiendo. Su amigo estaba sentado a su lado, bebiendo una copa y mirando al hombre de al lado.

La música estaba lastimando los oídos de Jungkook, golpeando en su cabeza. Apenas podía concentrarse en el ruido. Bebió la copa que le había dado Taehyung. Él arrugó la nariz con el sabor, realmente no le gustaban las bebidas alcohólicas, pero siguió bebiendo.

La mirada de Jungkook se acercó a la de Jimin, antes de que se volviera más hacia Taehyung. Entonces se dio cuenta de que era una mala idea. Taehyung parecía estar teniendo una guerra de lengua con el hombre de rostro largo sentado a su lado, Jungkook suspiró, ni siquiera cinco minutos en el lugar y Taehyung ya se estaba besando con alguien. Jungkook tomó su bebida y ordenó otra.

Después de la segunda copa de Jimin y de la sexta de Jungkook, Jimin se acercó. Golpeó el hombro de Jungkook, llamando la atención del más joven.

-¿Qué?- JungKook frunció el ceño, una pequeña parte de él estaba deseando poder formar al menos un pensamiento coherente. El alcohol estaba confundiendo seriamente su cerebro.

-Eres lindo.- Jimin gritó sobre la música. Jungkook apenas lo oyó, teniendo que inclinarse un poco.

Debido a su falta de coordinación y equilibrio, Jungkook cayó hacia delante y en los brazos de Jimin. Él se quedó allí, tratando de aumentar su energía para moverse. Finalmente se levantó, mirando fijamente a Jimin. Después de unos segundos de estar así y algunos pensamientos extraños que surgían, Jungkook y Jimin se dedicaron a una guerra similar a lo que Taehyung y su amigo habían tenido antes. Jungkook estaba básicamente montado en Jimin, con sus manos enredadas en el cabello de el otro mientras se besaban.

Jimin sonrió. Los dioses deben de haberlo amado de verdad, porque todo había sido muy fácil.

BEHIND YOU | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora