Han pasado 5 días y la relación entre Itachi y Deidara iba de mal en peor, cada vez que el moreno se intentaba disculpar, Deidara lo evadía y lo intentaba asesinar con la mirada, era la primera vez que alguien lo ignoraba de esa manera, normalmente cada vez que se disculpaba con alguien siempre lo perdonaban (cortesía de su belleza) y ahora alguien hasta lo evadía, que rubio tan exagerado, sólo le había dado una inocente crítica a sus esculturas de arcilla, no era para que se pusiera en ese plan de "ruégame lo que quieras a fin de cuentas nunca te perdonaré ¡nunca!", definitivamente ese tipo le estaba dando dolor de cabeza, pero su conciencia no lo dejaría en paz hasta que Deidara lo perdonara, ¿cuánto tiempo tardaría eso?
Y en otro lugar era casi lo mismo y a la vez diferente, Naruto no dejaba de hostigar a Sasuke, el moreno sentía que ya estaba envejeciendo por culpa de ese idiota con horrible nombre, claro que aún no se vengaba, pues tenía que ser paciente y que llegara el momento exacto, no le contestaba las llamadas pero eso sólo provocaba que el rubio lo molestará el doble, demasiado era soportar al idiota de su hermano, ¿por qué era castigado de tan cruel manera? Él era una bondadosa persona que se vengaba de forma decente de las personas, no era para que la vida lo golpeara de esa manera.
¡Por fin! Sábado en la mañana, Naruto se había levantado a las 10:00 a.m., claro gracias a su mamá, de no ser por ella se hubiera levantado hasta las 2 de la tarde, que muchacho tan flojo, aahhh pero para molestar si es bien chulo ¿eh?
-Buenos días-saludó el rubio bostezando.
-Buenos días hijo-saludó con una sonrisa Kushina.
-Buenos días campeón-saludó igualmente con una sonrisa Minato, el padre de Naruto, rubio igual que él y los mismos ojos, todo de Minato...excepto la cara y la personalidad, eso lo heredó de Kushina.
-¿Eeehhhh? Pensé que hoy desayunaría ramen-dijo Naruto deprimido de manera graciosa.
-También debes de comer tus vegetales'ttebane-reclamó Kushina.
-Por suerte hoy es mi día de descanso, así que puedo hacer el mandado mientras tu mamá limpia la casa, Naruto me gustaría que hicieras hoy tu tarea-comentó el mayor.
-Pe...pero ¡es sábado! El día en el que no debería pensar en tareas ni en escuela-reclamó Naruto haciendo un puchero.
-Ya no quiero que dejes todo en último momento, eso es lo que provoca que te desveles.
-Sí pero...
-¡Ya deja de discutir con tu padre o te golpearé con la espátula!-reclamó enfurecida la pelirroja con una mirada furiosa, odiaba que su hijo fuera tan terco, sin darse cuenta que ella es igual, pero bueno ya saben, las mamis.
Ninguno de los rubios dijo nada, tenían una gotita en la sien y un tic nervioso, Kushina era intimidante cuando se enojaba, no, enojarse no, cuando se "enfurecía", y ella no hablaba de dientes para afuera, cuando amenazaba con golpear con la espátula, era porque ¡enserio! Iba a golpear con la espátula.
Sasuke estaba en el parque haciendo sus ejercicios de siempre: "trotar", él al contrario de Naruto se levantaba a las 9 de la mañana para vestirse, bañarse, saludar a su familia (menos a su hermano) desayunar, lavarse los dientes, y salir al aire fresco a hacer ejercicio, el ejercicio era lo único que lo distraía de todo, era lo que más lo relajaba aparte de los estudios, y ahora más que nunca tenía que relajarse, ya faltaba poco para los exámenes y en lo único que podía pensar era en destruir a ese rubio idiota que le arruinaba su pacífica vida, incluso había pensado en hablar con su padre acerca de la situación, pero eso sería estúpido sólo perdería el tiempo, a pesar de que le consta que él está pagando lo que su padre había causado, pero eso no importaba, él era Sasuke Uchiha no necesita ayuda de nadie.
-Sa... ¡Sasuke-kun!-gritó una vocecita tímida.
-¿Mm?-volteó hacia la dirección del grito, la que le había hablado era Hinata Hyuga, su compañera de clase, prima de Neji y con la única chica con la que podía hablar tranquilamente a pesar de ser tan tartamuda ¿por qué? Porque era la única de toda la escuela que no estaba enamorada de él ni lo acosaba-Ah, buenos días Hinata-saludó serio pero amable.
-Bu...buenos días Sasuke-kun, verás, Neji no podrá ir mañana a la junta del consejo estudiantil y yo seré quien lo reemplace, pero no tengo la lista de los materiales para el festival y Neji me dijo que tú los tienes me... ¿me podrías acompañar mañana?
-Hinata, mañana estaré ocupado con el portafolio de física no tendré tiempo.
-¡Por favor Sasuke-kun! No tengo la lista y es algo importante que hay que llevar aparte de que no sé acerca del tema del festival y tu si, ¡te lo pido por favor acompáñame mañana!-suplicó haciendo una reverencia.
-Mhp, está bien sólo porque será contigo-respondió resignado.
-¡Muchas gracias Sasuke-kun! Nos vemos mañana-dijo con una tierna sonrisa para después alejarse del moreno.
No era que fuera su mejor amiga ni nada parecido, de hecho rara vez hablaban, ni estaba interesado en hablarle, pero sabía que no habría problema si la acompañaba, no tendría que defenderse ante nada, después de todo ella era la única que no estaba enamorada de él, así que no tenía que preocuparse por si lo intentara manosear, por si le violaba su espacio o por si le quisiera robar un botón de su camisa, no habría ningún problema.
En casa de los Uchihas estaban Itachi y Kisame haciendo la tarea de inglés, bueno...se supone que debería ser así, pero lo que realmente hacían era que Kisame se burlaba de Itachi y éste lo quería matar pero con los ojos, en ese momento deseaba tener un poder ocular llamado Mangekyo Sharingan.
-¡Jajajajaja! Tanto ruego y ese rubio simplemente te manda a la fregada ¡jajajajaja!-quería hacerse pipí de la risa.
Era cierto, podría decirse que el moreno pasó de ser educado a un rogón, es que era frustrante que por sólo una opinión inocente alguien se sintiera exageradamente ofendido, parecía una nena llorona a la cual su novio le había dicho que ese vestido la hacía ver rellenita, no gorda, rellenita.
De pronto Itachi quedó en blanco ante tal pensamiento pero es que fue lo primero que se le ocurrió.
-Ya cállate Kisame, en vez de estarte riendo por idioteces haz la tarea-lo regaño.
-Ay~ chico te bajaron tu tan preciado ego.
-Kisame, me estas obligando a sacarte a patadas de mi casa-lo amenazó con una mirada asesina.
-Ese tipo actuaba como la típica chica que le gusta hacerse la difícil y tú como el típico chico enamorado de ella que...
-¡Arg! Cállate, no conviertas mi vida en un manga shojo y menos con ese tipo-de sólo pensarlo le daban nauseas.
-Yo digo que harían bonita pareja, se ve que los dos son igual de sangrones.
-¡Suficiente! No te ayudaré con física.
-¡Oye! No seas tan cruel-lloriqueo Kisame.
-Tú te lo buscaste-dijo altanero Itachi, vaya que de verdad era un ser sin corazón.
-¡Ya volví!-se escuchó una voz en la entrada, era la voz de Sasuke.
-Hasta que llegaste otouto, tengo hambre.
-¿Y eso a mí qué?
-Hazme algo de comer-ordenó Itachi con superioridad ¡Desgraciado!
-¡¿Q...?! ¿Me crees tú sirviente o qué?-preguntó completamente molesto, si el haría algo de comer sería para ÉL, no para el atarantado de su hermano.
-Nop. Te creo como mi hermano tonto, débil, pequeño, no tan inteligente y menos guapo que yo que debe hacerme de comer como agradecimiento por tener a un hermano mayor inteligente, guapo y amable como yo-comentó con una sonrisa llena de superioridad.
-¡Olvídalo! Contrata a un sirviente o lo que sea, ¡y no molestes!-dicho eso subió las escaleras con paso de elefante para entrar a su cuarto y cerrar la puerta bruscamente, maldito Itachi, que se haga de comer el muy flojo.
Kisame se quedó desconcertado, ¿e Itachi se quejaba de él? Si Itachi era peor que Kisame, bueno digno de un Uchiha ser así, que lindo amor entre hermanos ¿no? Wow que pensamiento tan sarcástico tuvo.
Mientras tanto en el cuarto de Naruto, el rubio no pudo evitar recordar todas las reacciones divertidas de Sasuke cuando lo molestaba, habían momentos en los que se olvidaba de su propósito y molestaba a Sasuke por diversión, el azabache mencionaba que se vengaría de él, pero Naruto pensaba que lo decía de dientes para afuera, ¿o esperaba el momento para tomarlo por la guardia baja? Jajajaja que inocente era ese Uchiha, pero le daba igual, porque de verdad era muy entretenido molestarlo.
-Un momento-de pronto reaccionó ante lo que pensaba, todo lo que hacía era para vengar a su papá, no por el hecho de que fuera divertido-vamos Naruto, recuerda tu objetivo.
De pronto su celular sonó, lo tomó y verificó el número para ver si lo tenía registrado, pero era un número desconocido, aun así contestó.
-¿Hola?-la persona de la otra línea respondió, su voz era completamente conocida para el rubio, Naruto sonrió de oreja a oreja-¡Hola viejo pervertido!
-¿Viejo? ¡¿Pervertido?! ¡Respeta a tus mayores mocoso!-gritó ofendido la voz de la otra línea.
-Oh vamos no te enojes viejo pervertido jajajaja, hace mucho que no sabía nada de ti.
-Ya sabes chamaco, soy un sabio que viaja por el mundo para conocer muje... ¡para tener más conocimientos! Después de todo soy un sabio-se corrigió rápidamente.
-Seeeee claro, ¿cuántas mujeres has estado espiando pervertidote?
-¡Que respetes a tus mayores! ¿Cómo te educó Minato?
-Jajajaja papá me educa bien, pero es inevitable molestar a un pervertidote.
-¡Suficiente chamaco del demonio! ¡Cuando te vea te patearé tu feo trasero!
-¿Cuando me veas? Viejo pervertido ¿acaso vendrás?
-Jajajaja lo captaste chamaco, iré mañana a visitarlos, extraño ver a mi estudiante y a su esposa, y claro también al baboso de ti.
-¡Oye!-reclamó, pero por dentro no pudo evitar reír, extrañaba esa clase de conversaciones con Jiraya.
Jiraya fue el maestro de Minato cuando estaba en preparatoria, el rubio mayor se encariño tanto con él que lo sintió parte de su familia, se convirtió en un padre para él, por lo que Naruto lo considera un abuelo, un abuelo de su sangre, cuando Jiraya se enteró de que Minato tuvo su primera novia (osea Kushina) le dio a Minato mil consejos para que su relación dure con la pelirroja, consejos que el rubio no tomó en cuenta ¿por qué? Porque él no era un pervertido como su maestro, pero igual le agradecía su preocupación, porque era verdad, a Jiraya le agradó mucho Kushina cuando la conoció, lo único que pensó que Minato no pudo encontrar mejor pareja que Kushina, el rubio se sintió feliz cuando recibió el apoyo de Jiraya, no importaba que fueran puras cosas pervertidas (de todas formas ni seguía sus consejos) pero sentía que recibía el apoyo y amor de un padre.
Cuando se enteraron de que Kushina estaba embarazada le pidieron a Jiraya que le pusieran un nombre al bebito, al peliblanco se le ocurrió ponerle Naruto cuando vio el pescado en su ramen, así se llamaba el pescado "Naruto" y optó por tomar ese nombre. Cuando nació Naruto, Jiraya lloró de manera melodramática, era muy gracioso su llanto, pues estaba sumamente feliz, sentía que el cielo le había dado un nieto, muy feo según él, pero eso no quitaba que lo convertiría en un casanova como su precioso y guapo abuelo, bueno abuelo no, era muy joven para considerarse abuelo, mejor confidente, si eso.
-¡Te esperaremos con ansias viejo pervertido!-exclamó con felicidad.
-¡Que dejes de llamarme pervertido mocoso! En fin, yo también estoy ansioso de verlos, nos veremos mañana-se notaba la felicidad en la voz de Jiraya.
Después de eso ambos colgaron, Naruto ya quería que fuera mañana, extrañaba ver al viejo peliblanco.
Mientras tanto en el supermercado, Sasuke había acompañado a su mamá a hacer las compras, ¿por qué? Para estar lejos de su hermano, por qué más sería, estando cerca de su mamá estaba tranquilo, era la única persona con la que podía tener una conversación decente, también con su padre pero él trabajaba todo el día.
-Hijo, me imagino que quieres tomate ¿verdad?
-Si así es.
-Agarra un kilo de tomates, hay que aprovechar que están en oferta.
Sasuke obedeció y estuvo a punto de tomar los tomates, de no ser porque su mano chocó contra una mano acanelada, sin saber porque volteó su mirada hacia la persona que estaba a su lado, y sus ojos se abrieron de par en par al ver al dueño de la mano ¡el destino era tan cruel!
-¡Hola teme!-sonrió con malicia.
Maldito rubio idiota ¡era sábado! ¿Qué hacía él en sábado en un supermercado? Gente como él debería...quien sabe, estar de maldito flojo en su cuarto, lo que sea pero porqué tuvo que encontrárselo en un precioso sábado, ¡mierda!
-Hijo porque tar... ¿eh?- Mikoto fue con Sasuke para verificar el porqué de su tardanza, pero lo encontró con un rubio desconocido ¿sería amigo de él?
-Hola, ¿usted es hermanad de Sasuke?-preguntó Naruto a Mikoto.
-¿Eh? Oh no, soy su madre, me llamo Mikoto Uchiha, es un placer-se presentó con una sonrisa encantadora.
-¿Su madre? No me lo creo, se ve muy joven para ser su madre, además de hermosa claro-dijo Naruto con una sonrisa muuuuuuuuy atractiva.
Sasuke se quedó boquiabierto, ¿cómo se atrevía ese desgraciado a decirle eso a su madre? No era que no fuera cierto, pero que falta de respeto, ¿Qué quería? ¿Conquistarla y quitársela a su padre? Maldito rubio descerebrado.
-Oh muchas gracias joven, pero no me veo tan joven, rápidamente se nota que soy su madre-sonrió apenada por el alago.
-No no ¿Cómo cree? Si no supiera que es madre de alguien me enamoraría de usted-oooohhh si, el rubio vaya que era todo un galán.
-Jejejeje que cosas dice joven, pero muchas gracias por el alago-la mujer estaba sonriendo apenada y...y... ¡sonrojada!
Sasuke muy molesto por el atrevimiento del blondo tomó a su mamá de la muñeca y la jaló para luego irse lejos, muy lejos del maldito rubio pervertido.
-Sasuke espera ¿no me vas a presentar a tu amigo?-preguntó Mikoto desconcertada.
-Él no es mí...
-Mi nombre es Uzumaki Naruto mucho gusto soy compañero y amigo de Sasuke-interrumpió el rubio con una sonrisa zorruna.
-¡¿Eh?!-expresó Sasuke mirándolo como si fuera un alien.
¡Maldito loco¡
-¿Uzumaki? Por casualidad, ¿tienes una madre llamada Kushina?
-Sip ¿cómo lo sabe?
-Jejeje es que ella fue mi mejor amiga en la preparatoria.
-¡¿De verdad?! Que pequeño es el mundo ¿no? Jejeje
-Tienes razón.
La conversación estaba siendo muy incómoda para Sasuke, odiaba verlos reír de esa manera, apenas se conocían, ¿por qué se reían como si se conocieran de toda la vida? ¿Qué se traía ese retrasado con su madre? Maldición esto estaba molestando mucho al azabache.
-Mamá, se está haciendo tarde y hay que hacer la cena.
Tenía que irse de allí lo más pronto posible, no quería cerca de ese malnacido más tiempo.
-Fue un placer conocerte Naruto-kun, nos vemos-se despidió con una sonrisa.
-¡Espere! Si quiere le ayudo con las bolsas.
-Oh eres muy amab...
-¡Yo le ayudaré con las bolsas!-interrumpió Sasuke bruscamente pero con tranquilidad...o algo así.
-Sasuke tú ya estas cargando tres bolsas, sería descortés de mi parte permitir que una bella dama cargue con esas pesadas bolsas, y tú ya no puedes cargar más bolsas-dijo con seriedad, actuaba como todo un hombre.
El azabache estaba aguantándose las ganas de golpearlo, ayudarles significaba ir a su casa y Sasuke no quería que Naruto supiese donde vive, sería peligroso, no por él, sino por su madre, ver como ese pervertido le coqueteaba a su mamá (para él era coquetear) lo dejaba en gran sospecha, era mejor tener cuidado.
-Eso no significa que no pueda ayudarle-contradijo Sasuke.
-Alguien con manos libres debe ayudarla.
-Tú no tendrás las manos libres, viniste por algún mandado ¿no?-tenía que hacer todo lo posible para que el rubio cambie de opinión.
-Sólo vine a comprar tres tomates, es casi nada-de hecho fue a supermercado en contra de su voluntad, ya que Kushina lo había obligado a ir ya que se había acabado el tomate, y se lo pidió justo cuando estaba a punto de pasar el último nivel de un videojuego, ¡que mujer tan cruel!
-¡Pero el punto es que llevas algo!-maldito rubio terco.
-Oh vamos Sasu-chan ¿es que acaso me quieres lejos de ti?-sonrió con picardía.
-No es eso es...un momento Sa... ¡¿Sasu-chan?!
-Sip, es un lindo apodo ¿no?
-¡Te dije que no me volvieras a llamar así!
-¿Por qué? Si el nombre es tan lindo como tú-dijo con una sonrisa tierna...desagradablemente tierna.
-¡Arg! ¡Deja de andar diciendo incoherencias!
-¡Suficiente!-alzó la voz Mikoto harta de tanta niñería por parte de su hijo-Sasuke, Naruto-kun sólo quiere ayudarnos, te he dicho que hay que valorar las buenas intenciones de las personas-reclamó mirándolo desaprobadoramente.
-Pero...
-Sin peros Sasuke, así no es como tu papá y yo te educamos, ahora por favor discúlpate con el joven.
-¡¿Qué?!
No podía ser posible, su madre no podía andarle pidiendo semejante cosa ¿disculparse con el usuratonkachi? ¡Que horror! ¡Ni aunque su vida dependiera de ello!
-Haz caso Sasuke, discúlpate.
¡Que terrible castigo de la vida! ¡Que humillante! Para empezar el rollo debería ser al revés, no podía creer lo ingenua que podía ser su madre, ¡maldición!
-Sasuke-llamó al azabache esperando que cumpliera su orden.
-Lo siento-susurró muy pero muuuuuuuy bajo.
-Más fuerte Sasuke-ordenó Mikoto.
-Tks, lo siento-susurró aún muy bajo.
-No te escucho Sasu-chan-ahora era Naruto el que hablaba.
-Maldi... ¡Que lo siento! ¿Ya?
-Acepto tus disculpas como buen amigo tuyo que soy Sasuke-lo dijo con la sonrisa más inocente del mundo.
¡Que inocente ni que nada!
-De verdad lamento mucho esto Naruto-kun, si te hace sentir mejor ¿aún te gustaría ayudarme con las bolsas?
-Claro señora no hay problema, sería un honor para mí ayudarle.
¡Que engaño! Sasuke tan buena persona que era queriendo proteger a su madre de ese pervertido, ¿y así se lo agradece? Desde que ese maldito rubio llegó su suerte se había ido a la mierda.
-Si me lo permiten iré a que me cobren, no tardo-y dicho eso Mikoto se fue al cajero.
Sasuke estaba que reventaba se ira, pero debía controlarse, no era su estilo explotar delante de la gente.
Naruto aprovechando la ausencia de Mikoto se acercó a Sasuke y susurró en su oído.
-Ahora sabré donde vives Sasu-chan, definitivamente la suerte está de mi lado'ttebayo-venía una sonrisa cínica incluida en esa fea cara.
Lo descuartizaría...definitivamente lo haría, no podía creer lo crédula que era su madre,pero no importaba nada, a partir de ahora, su vida corría peligro...bueno no peligro, pero igual no debía mantener la guardia baja.
CONTINUARÁ...
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¿Cómo me enamoré de ti?
FanfictionSasuke tenía una vida tranquila...bueno casi tranquila, ya que su hermano mayor Itachi le gustaba molestarlo, pero aún así vivía tranquilamente con su familia, sus amigos y su escuela, pero la llegada de cierto rubio le cambiará la vida por completo...