¿Cómo me enamoré de ti?

¡Malditas espinacas!

Maldito, feo, bueno para nada, indecente, dobe, baka, usuratonkachi, ese fenómeno rubio sin duda es lo peor que se pudo haber encontrado, ¿cómo se le ocurre decir semejantes cosas en su presencia? Le quería partir la cara, pero el acercamiento del rubio lo ponía...nervioso.

— ¿Qué sucede Sasu-chan? ¿No querías golpearme hace rato?—dijo Naruto muy cerca de su rostro.

El corazón de Sasuke latía con fuerza, no sabía por qué, pero eso le estaba molestando, además del molesto sonrojo en sus mejillas.

— ¡Aleja tus manos de Sasuke-kun! —se escuchó una voz chillona cerca de ellos.

Ambos voltearon a ver quién era la dueña de la voz, y aunque Sasuke nunca lo admitiría, por primera vez le daba gusto ver a aquella persona.

— ¿Eh? ¿Quién eres tú? —preguntó el rubio desconcertado.

—Soy Sakura Haruno, estamos en el mismo salón idiota, ¿cómo es que no sabes quien soy? —dijo molesta la chica de cabello rosa.

— ¡Ah sí! Eres la que me recibió con una golpiza—dijo el rubio.

—Y te lo tenías bien merecido, vámonos Sakura—dijo yendo directo a la mencionada tomándola de la muñeca, lo que menos quería era seguir con ese fenómeno de ojos azules.

—S-Sasuke-kun—la chica susurró entre confundida y emocionada, era la primera vez que el moreno se dirigía a ella de forma tan...confiada.

—Tranquilo Sasu-chan, no me vayas a extrañar tanto que tal vez me pueda convertir en tu padre.

Eso sin duda molestó demasiado al moreno, prefería mil veces a un hombre estricto y amargado como su padre que a ese idiota, pero no tenía de qué preocuparse, su madre no tiene mal gusto.

—Sigue soñando usuratonkachi, ni en otra vida tendría tan mala suerte, suficiente con haberte conocido—dicho eso se alejó del lugar junto con Sakura.

Naruto solo rio, tenía que admitirlo, molestar a Sasuke era muy divertido, y no había que negar que se veía lindo sonrojado, un momento... ¿lindo? Tal parece que esta taaaan cerca de Sasuke le afectó un poco, ya le urgía una novia.

Mientras tanto Sasuke y Sakura estaban detrás de los arbustos, Sasuke aún tomaba de la muñeca a Sakura, la pelirosa no se quejaba, la mano de Sasuke era sumamente cálida, no quería que el moreno la soltara, pero para su mala suerte Sasuke terminó soltándola.

—Muchas gracias Sakura, te debo una.

—No te preocupes Sasuke-kun, es que me molestaba como ese tonto no te dejaba en paz.

—No hay problema, puedo con ese dobe.

—Pero es que no es sólo ahora Sasuke-kun.

— ¿De qué hablas? —preguntó el azabache desconcertado.

—Es que...bueno perdóname si me meto en donde no me llaman, pero desde que él llegó te comenzó a molestar, ¿lo conoces de algún lado? Es que el simple hecho de que te moleste tanto también me molesta a mí—dijo Sakura, era verdad, si alguien se metía con Sasuke a Sakura le molestaba mucho, por eso mismo recibió a Naruto con una golpiza.

Sasuke quedó un poco conmovido, es lindo que alguien se preocupe por una persona, pero no le gustaba el hecho de que la chica se metiera en sus asuntos, no era para tanto, las personas "enamoradas" a veces exageran.

— Es algo...privado Sakura, pero de todas formas gracias por preocuparte—dicho eso se alejó de la pelirosa antes de que le pidiera una cita...de nuevo.

En la universidad Deidara hacía una escultura de un ave de arcilla y su mejor amigo Sasori estaba creando unas marionetas.

—Oye Deidara, me quedé pensando en lo que le hiciste el otro día al Uchiha, ¿por qué le hiciste eso? —preguntó el pelirrojo desconcertado.