Por favor...ya no más...

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Todo iba bien en el maid café, bueno, no tan bien para nuestro Uchiha, le molestaba demasiado ver como las otras "tipejas" le coqueteaban al rubio y el menso ni en cuenta, ¿cómo es posible que no captara las insinuaciones de esas muchachas?

—Disculpa joven—llamó una chica a Sasuke.

—Sí, dígame.

—P-Podría...em...

¿Por qué las chicas se ponían tan nerviosas con el azabache? Estaba actuando muy amable y aun así se ponían nerviosas, ¿quién las entiende?

—Yo...em...bueno...

Sasuke se estaba impacientando, ni que fuera tan difícil pedirle algo a él.

—B-Bueno...

— ¿Está bien señorita?

— ¡¿Eh?!

Sasuke quedó sorprendido, ¿en qué momento apareció Naruto?

— ¿Mi compañero la está molestando? —preguntó Naruto con gran toque de elegancia.

—Oh, no de verdad, soy yo la que le está causando problemas—la chica puso una mirada tan triste y encantadora, Naruto quedó conmovido.

—Sasuke, yo atenderé a la señorita, ve a atender otra mesa, todavía hay clientela sin atender.

—Cállate dobe, yo puedo hacer esto.

—Pero asustas a las clientas.

— ¿Ahora resulta que es mi culpa?

—No quise decir eso, pero creo que deberías sonreír más, tu seriedad asusta a las señoritas.

—Tks, puedo sonreír más si quiero.

—Jajajajaja no creo que lo hagas.

Sasuke quedó atónito, ¿acaso lo estaba subestimando?

— ¿Qué tratas de decir?

—Que para alguien tan amargado como tú no puede sonreír como se debe.

—Eh...disculpen...

— ¡Puedo sonreír si quiero! Además no soy un amargado.

—Oigan...

—Eres más que amargado, eres amargadísimo'ttebayo.

— ¡Hey!

— ¡No me provoques dobe!

— ¡No te tengo miedo teme!

— ¡Con un carajo les estoy hablando!

Naruto y Sasuke reaccionaron y voltearon a ver a la persona que les estaba hablando.

— ¿Qué quieres Suigetsu? —preguntó Sasuke.

—No importa quien sonría más o menos pero decídanse con un carajo, ¿qué no ven que dejaron de lado a la clienta?

Ambos chicos se dieron cuenta de que ni siquiera habían pedido la orden de la joven, de hecho, la chica estaba un poco asustada por la discusión, el pensamiento de cada uno fue:

— *Pero que linda*—pensó Naruto.

— *Pero que exagerada*—pensó Sasuke.

—*Ya me quiero ir*—pensó Suigetsu.

— Tks, como sea, yo atenderé otra mesa, procura no echarlo a perder dobe.

—El que echa las cosas a perder eres tú teme.

¿Cómo me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora