9

81 9 1
                                    

Nick en multimedia
_____________________

Intento abrir los ojos y me encuentro en una sala blanca. Sé perfectamente que estoy en un hospital, pero no el porque estoy aquí.
Se abre la puerta y entra Jc, ¿qué hace él aquí?

Me hago la dormida. No sé si estoy preparada para saber lo que pasa.

—¿Kylie? —oigo como coge una silla y se sienta a mi lado— juraría que esta situación ya la he vivido, odio los hospitales —dijo. Casi abro los ojos, cuando me coge la mano, por lo que no lo hago. Tengo curiosidad por saber qué más va a decirme— No te mereces estar aquí, aunque te diga que no te soporto la mayor parte del tiempo, creo... —hace una pausa y suspira— creo que me estás empezando a importar.

No me puedo creer que me esté diciendo esto. Por su tono de voz diría que está preocupado, pero es imposible, nunca muestra sentimientos, es decir, le da igual absolutamente todo.

—No quiero que te confundas, sigo odiándote, pero no sé, eres la única persona que se atreve a vacilarme, tú eres distinta a todos, pero no te crezcas, aunque intentes superarme no puedes.

Y aquí está otra vez el Jc imbécil. A mí no me hace gracia este jueguecillo suyo. No lo aguanto.
Me dispongo a abrir los ojos, pero comienza a hablar otra vez.

—Quiero que sepas una cosa, bella durmiente, y es que si alguien te va a joder aquí, ese seré yo, el único que va a destruirte soy yo, así que te voy a cuidar, solamente yo podré hacerte daño —y me suelta la mano.

Este chico es bipolar, no está bien de la puta cabeza. ¿Qué se piensa que soy? ¿Un cerdo? Me cuida y me cría para luego llevarme al matadero.
Abro los ojos y lo veo concentrado en el móvil.

—¿Jc? —digo, colocándome bien en la cama.

—¿Estás bien? —dice mirándome a los ojos.

—No me acuerdo de absolutamente nada —respondo sincera.

—La imbécil de Taylor te echó droga en el café, nunca es consciente del daño que pueden hacer esas cosas, joder.

Para ser traficante y consumidor, realmente parece que detesta las drogas. Qué irónico.

—¿Y cómo llegué aquí? —pregunto frunciendo el ceño.

—Os encontré a ti y a Luke por los pasillos, él te llevaba a la enfermería, pero solo con verte supe que necesitabas ir al hospital.

—Puta rubia oxigenada —echo la cabeza para atrás.

—Dentro de poco te darán el alta, te han hecho un lavado de estómago —me mira otra vez a los ojos— yo me tengo que ir, creo que vendrá Tyler a buscarte.

—No me jodas —a parte de que odio a Tyler, si él lo sabe, mi padre también lo sabrá.

—¿Qué te pasa? —pregunta curioso.

—Si Tyler lo sabe, mi padre también, joder.

—¿Y qué pasa? No ha sido culpa tuya —tiene sus ojos fijos en los míos, y me está poniendo muy nerviosa, así que aparto la mirada.

Usually Donde viven las historias. Descúbrelo ahora