Nuevo mundo: la llegada de un ¿tercero?

Aventura

Observó fijamente al peliazul, había transcurrido una hora desde el inicio de su viaje y hace aproximadamente quince minutos el chico se había quedado dormido. Su pecho subía y bajaba con suavidad, una leve y casi imperceptible sonrisa adornaba su rostro y por si fuera poco, la calma que transmitía le daba un aspecto angelical.

No lo entendía...

Cambiando repetitivamente de actuar, de caritativo a narcisista, de amable a insolente, de bueno a malo. De un momento a otro parecía que otra persona ocupaba su cuerpo.

Comió un poco de pastel.

"-Espero que no te arrepientas de tu respuesta..."

En aquel momento solo le aconsejó seguir aquello que su corazón dictara, entonces....¿Qué decía su corazón?

Tragó grueso al ver como el chico frente a ella abría sus ojos lenta y perezosamente.

- Hola.- murmuró con la voz ronca y adormilada- Creo que me quedé dormido....- sonrió sin recibir respuesta.

Erza no prestó atención a las palabras. La escena que presenciaba hizo despegar su imaginación, un pequeño bostezo seguido de otra sonrisa, el cabello ligeramente revuelto y la apariencia de un modelo... ¿Qué no  era imposible despertar de una forma tan angelicalmente sensual?

Silencio.

- ¿Ya estamos cerca?- preguntó mientras frotaba sus ojos.

Gracias a su inconsciencia había perdido la noción del tiempo.

- Faltan aproximadamente cinco horas...- respondió desviando su mirada. Las mil ideas que cruzaron su mente acaloraron su rostro.

- No dormí mucho.- estiró sus brazos.

En sus recuerdos felices el tiempo parecía congelado. Manteniendo sus mejores momentos como el brillo de una estrella fugaz. Hermosamente memorable.

- El silencio no estuvo mal.

Centró su atención en la pelirroja.

- Lamento informarte que ya se acabó.- pronunció de manera juguetona- Ahora que estoy consciente tendrás que hablar o yo tomaré la iniciativa.

Descarado pero agradable.

- ¿Qué lograrás con eso?-  su tono usualmente rígido no falló.

- ¿A parte de charlar, conocernos mejor y evitar que el viaje sea más aburrido?- arqueó una ceja y luego fingió pensar- Realmente nada.

Erza suspiró.

- Supongo que está bien.- aunque parecía desinteresada esta idea despertaba su curiosidad.