Nuevo mundo: la llegada de un ¿tercero?

Un secreto

Las alarmas sonaban sin cesar, aquel barullo lo despertó de su sueño. Frotó sus ojos con pereza y bostezo; que lo despertaran a esas horas de la noche le resultaba extraño. Los trabajos forzados iniciaban al amanecer, no a plena noche.

Con el ceño fruncido examinó su entorno, sus compañero seguía dormido cual tronco, sin embargo, una chica parecía observar con curiosidad el patio de trabajo. La pequeña niña de cabello rojo sostenía los barrotes de la celda con sus manos sosteniendo todo su peso.

Él niño sonrió.

- Veo que eres tan curiosa como yo...- susurró levantando mas a la niña, dándole un punto firme donde apoyarse...sus hombros.

Ella se exaltó, aunque después guardo silencio y continuó vigilando.

- Luego de probar la libertad es difícil querer dejarla ¿cierto?- no recibió respuesta- No es como si me imaginara como un actor famoso viajando alrededor del mundo, pero es difícil soltar tan fácilmente algo que esta prendado a ti. -Elevó su vista con cautela. El rostro de la niña se mantenía lleno de serenidad- Ummm...etto...- suspiró alejando el color rojo que su rostro había adoptado-¿Qué hay afuera?- su voz seria y suave llamó la atención de la niña.