Nuevo mundo: la llegada de un ¿tercero?

Amnesia

Hola...🙇🙇🙇🙇🙇🙇

Aquí traigo otro capítulo, los dejo leer antes de cualquier intento de asesinato por demora😫

En serio, disfruten el capitulo...

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Suspiró agotada. La batalla constante la había llevado al límite tanto física como mentalmente. Maldijo su suerte y tomó otros bocanada de aire recordando que por ahora, ella era la responsable de todo.

- No te preocupes Luce...

Aquella frase resonó en su cabeza junto a la imagen de aquella sonrisa infantil tan propia de Natsu. Ella sabía que podía confiar en él. Pero depositar toda su fe en una sola persona le había costado muy caro.

- ¡Maldito Nudista!- exclamó enérgicamente el peli rosado mientras un guardia quitaba las esposas mágicas que apresaban sus manos- Te dije que no me molestarás, pero como siempre no pudiste resistir ni una noche sin causar problemas.- movió levemente sus adormecidas muñecas.

- ¿De qué hablas?- reclamó tranquilamente el mago de hielo- Yo solo te dije que no quería pelear, entre a mi habitación y tú...-señaló molesto- destruiste la puerta, me llamaste cobarde e incendiaste todo el hotel.

Lucy volvió a recordar aquel momento durante el viaje en tren, cuando le pidió a Natsu comportarse y no destruir nada al llegar y mientras permanecieran en la capital.  Él había sonreído a pesar de la palidez de su rostro

"No te preocupes Luce...- elevó su pulgar antes de recostarse en su asiento, e intentar aguantar las náuseas que le provocaba el movimiento del tren-  Si eso quieres, me comportaré."

Luego de eso Natsu cayó profundamente dormido, o más bien, fue noqueado por Gray en un acto de benevolencia para evitar el sufrimiento de su compañero. Eso, y que nadie quería ver los constantes y asquerosos cambios de color que presentaba el rostro del peli rosado. Morado, verde, e incluso amarillo. Hasta ese momento, el blanco era el color menos perturbador que había presentado el rostro de Natsu Dragneel.

Cuando bajaron del tren, y pisaron tierra firme, el mago de fuego recobró su vitalidad y fuerza. Tomaron se maletas, y caminaron en silencio hasta el punto que les habían indicado. Todo iba bien.

Unos sujetos que dijeron ser sus guías, les entregaron las llaves de sus habitaciones y los llevaron en carruaje al hotel en que se alojarían. En el corto trayecto les entregaron también, las instrucciones de la siguiente etapa de la competencia, y al dejarlos frente al hotel les desearon suerte en sus futuros encuentros.