Kitty. || taylor & shawn.

Capítulo ocho.

Taylor seguía dando suaves embestidas y miraba a su pequeño gatito.

- Te quieres correr pequeño. -Murmura cuando el menor comenzaba a tensarse, este asiente rápidamente y suelta varios gemidos agudos.

- U-Uhm... Daddy. -Jadea suavemente mientras sentía un extraño calorcito en su estómago Shawn estaba tan sumido en las sensaciones que provocaba el mayor en él, adoraba a Taylor, lo adoraba e incluso de podría decir que estaba amándolo poco a poco.

- Córrete para mi pequeño. -Dijo con voz ronca el más alto provocando un escalofrío en el menor haciéndolo correrse inmediatamente mojando completamente sus bragas mientras soltaba un agudo gemido.

Taylor lo miraba espectante jamás había visto algo tan hermoso como su menor, Dios. El pequeño estaba sudado, sonrojado, con labios bastante rojos por haber sido mordidos. "Embistió" un par de veces más corriendose y soltando el nombre del pequeño.

- Mi buen chico. -Susurra suavemente Taylor acurrucando al menor entre su brazos quedando en un profundo sueño.

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- ¡N-No! -Chilla alto Shawn riendo por las cosquillas del mayor, luego de aquello ninguno de los dos quiso decir algo al respecto, estaba más cómodos así.

- ¡Di que soy el más bonito Shawn! -Dice riendo el mayor viendo como su pequeño gatito se removía en la cama desesperado.

- ¡Jamás! -Afirma el minino seguro de que ganaría. Sin embargo el Taylor intensifica las cosquillas haciendo gritar Shawn, sus ojitos llenos de lágrimas por la falta de aire y las fuertes carcajadas que salían de sus labios.
Él mayor por fin se rindió y suelta una gran carcajada al ver el puchero infantil de su pequeño.

- ¡U-Usted señor... Bobo! -Dice inocente mirando a otro lado con brazos cruzados fingiendo molesta, sin embargo el mayor toma al menor y comienza a llevarlo por toda la casa imaginando que es un avión.

- ¡Llegando al destino, señorito Shawnie! -Dice con diversión mientras giraba con el pequeño quien soltaba carcajadas.- ¿Me copia? -Imita a un piloto feliz de oír las carcajadas de aquel pequeño que iluminaban su día.

- ¡Claro que si capitán! -Dice infantil Shawn. Taylor gira una vez más al menor hasta que la puerta de su hogar se abre con fuerzas.

- ¿De dónde mierda sacaste a ese fenómeno, Taylor Caniff? -Dice el hombre canoso, las mejillas de Shawn pierden el color y se aferra a su mayor con fuerzas. Este traga saliva.

Maldición, lo había descubrido.

"Al fin preciosas.
Perdón si me desaparecí por tanto tiempo pero la inspiración esta corta chiquis.
Espero que lo hayan disfrutado, dedicado a todas las que comentaron en capítulo anterior."

— Capítulo ocho; finalizado.