Donde Shawn es un pequeño híbrido y Taylor está profundamente enamorado.
Están en peligro, Taylor lo sabe y protegerá a toda costa a Shawn.
Magcon es una unidad policial secreta y está en busca de estar personas que destruyeron la vida de Shawn y de...
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Taylor caminaba por las grandes calles de Los Angeles.
Era una noche fría y solitaria, suspiro triste como siempre solía hacerlo, había discutido con su padre, estaba harto que intentará controlarlo a su gusto, Taylor solía ser un chico sonriente y feliz. Todo cambio cuando le confesó a sus padres, sobre sus gustos. Claramente ellos no se lo tomaron muy bien. Se fijó en una pequeña plaza que se encontraba frente a la calle por la cual caminaba. Se acerco a ella, se sentó en una de los asientos que se encontraban allí puestos saco sus auriculares y su celular para escuchar una tranquila canción olvidándose de todo el mundo a su alrededor.
No muy a lo lejos, Taylor escucho unos sollozos, eran casi inaudibles quitó uno de los auriculares para oír mejor, se levantó de el asiento para acercarse a la persona que lloraba, en los juegos de niño había un pequeño bulto, unas pequeñas orejas de gatito sobresalían de la cabeza de aquel niño que lloraba, se acerco a él.
- ¿Hola? -Murmuró con delicadeza.- Uh... ¿Estás bien? -El pequeño niño levanto la cabeza, deslumbrando a Taylor con su inocencia y belleza, su cabello era castaño oscuro adornado por una adorables orejitas de gatito, supuso que eran adornos de juguetes, estaban sucias pero aún así eran sumamente adorables, sus labios era gruesos, tenía sus mejillas naturalmente sonrojadas y era pequeño, no mucho pero lo era.
- ¿Q-Quién eres tú? -La melodiosa voz salió de los labios de aquel precioso niño.
- Uh... Yo solo te oí llorar y... Solo quería saber que te sucedía. -Soltó con timidez no solía serlo, pero aquel chico lo ponía tan nervioso y no tenía idea porque, debía tener como unos once años.
El chico permanecía en silencio jugando con sus manos, se acerco más a él, quería verlo mejor, quería saber más de aquel chico... Le causaba tanta curiosidad.
- ¿Tienes hogar? ¿Estás perdido? -Murmuraba, no dejaría aquel niño solo hasta que le dijo era porque razón está aquí, solo.
- No, no estoy perdido, tampoco tengo h-hogar. -Dijo con timidez y vergüenza.
- Oh, yo lo siento no fue mi intención... -El pequeño le interrumpió.
- No te preocupes, la gente me pregunta a menudo eso cuando me ve, claramente luego se van dejándome. -Taylor suspira sintiendo lástima.
- ¿Quieres venir a mi casa? Solo si quieres, no es como si fuera hacerte daño, solo quiero ayudarte y... -El pequeño niño soltó una risa adorable cambiando rápidamente de ánimos, Taylor lo mira sin saber en que momento había agachado su cabeza.
- Claro, m-me encantaría -Tay le sonrió dándole algo de confianza, aún sin saber su nombre o porque estaba en estas circunstancias, sintió la necesidad de protegerlo y cuidarlo.
- Me llamo Taylor Caniff, pero puedes decirme Tay. -Le sonrió tímidamente a el pequeño.
- Soy Shawn Mendes. -Bajo de el juego de donde se encontraba, pronto sus ojos se cristalizaron nuevamente pero esta vez de la vergüenza, traer aquellas sucias, viejas y enormes prendas de vestir lo hacían sentir terrible, ver a Taylor limpió y perfumado no lo ayudaba en nada, era la primera persona que le ofrecía un hogar donde pasar la noche.
- ¿Qué ocurre pequeño? -Pregunte al verlo tan afligido y apunto de echarse a llorar.
- E-Es que... Eres la primera persona en mucho tiempo en ofrecerme un lugar cómodo donde dormir y-y yo solo tengo e-estas horribles... -Agacho su cabeza apenado.- Estas horribles prenda de ropa.
Taylor se sintió tan mal por aquella confesión, muchas veces el castaño se había quejado de su vida sin pensar en los demás que podían estar peor que él, como el pequeño chico.
- Hey... -Levanto el rostro de Shawn con delicadeza.- No te preocupes, yo te cuidaré ¿Está bien? Cuando lleguemos a mi casa te darás un delicioso baño para cambiar esa ropa, no te sientas mal, mírate, eres hermoso. -Taylor le sonrió.
El pequeño le devolvió la sonrisa sonrojado y con ojos brillantes sentía que Taylor era aquel ángel por cuanto tiempo había esperado.
— Capítulo uno; finalizado.
"Hola, hola, aquí vengo con el primer capítulo de esta novela la verdad espero que les guste leerla como a mi escribirla, muchos besos."
[Si quieres que te dedique un capítulo solo dime y lo haré.]
