La peor caminata.

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❝La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo.❞

Napoleón Hill

Capítulo 08

Mis pies caminaban apresuradamente, parecía que no me querían esperar a mi. El viento me calaba en la cara, haciéndome entrecerrar los ojos.

-Si, ahora son grises pero dentro de unas horas se volverán verdes.-

Recordé lo que me dijo Zayn hace unas horas. Entonces caí en cuenta de que no le había avizado a mi papá, debe de estar preocupado. Demasiado. De seguro me espera un buen castigo. ¿Y mi celular? Tensamente busqué en mi bolsillo de los vaqueros y allí estaba, el celular, que a duras penas seguía funcionando. Esbozé una sonrisa y cruzé la calle.

-Buenas tardes.- Murmuró una voz, que me hizo dar un pequeño brinco. Voltee mi vista hacia un Señor que estaba recargando en un árbol. Una larga cicatriz le invadía el rostro, y me parecía extrañamente familiar. Está bien, he leído algunos libros de que hacer en casos que te quieran secuestrar, pero no estoy segura que pueda ejecutar ninguno.

-Buenas tardes.- Susurré y en seguida me sentí una tonta por no correr.

-¿Qué haces tan sola, Anne?.-

¿Cómo sabía mi nombre? ¿Me estaré topando con un asesino en serie que me ha espíado todos estos días? Me percaté que mis manos temblaban al sentir el contacto de estas en mi chaqueta.

-Decidí caminar.- Contesté y empezé, otra vez, a andar. Mis manos estaban pegadas a mis costados, tensas. Mi mandíbula empretujada entre todas las paredes de músculo.

-Caminar... es bueno para despejarte.- Susurró su ronca voz y me hizo un escalofrío.

-Si.- Contesté, pero se me fue la voz por el nervio.

-¿Porqué tanta prisa?-

-Mi pa-papá me espera. Adiós.-

-Otra cosa más, Anne.-

-¿Qué?-

-Cuidado con el auto.-

Me quedé paralizada y voltee a todos lados, dando un grito. El rugido de un motor me hizo apretar el puño y empezar a correr. Por alguna razón me recordó cuando huía de los lobos. En un segundo estaba en el suelo, débil. Miré el auto, que venía a una velocidad peligrosa hacía mí. Esto apesta, morir nunca estaba en mis planes. Bueno, creo que morir no está en los planes de nadie. Vi una vez más el auto y cerré los ojos, sabía que ya no tenía ninguna oportunidad.

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Zayn.

-Te dije que la llevaras a su casa.- Gruñí.- En auto.-

Mi palma impactó en la mejilla de Sam, tornándola de un rosa carmesí. Las capas de su cabello cayeron en forma de cortina cubriéndo sus ojos.

-Dijiste que no lo ibas a volver a hacer.- Murmuró mientras me miraba con sus ojos que emanaban un azul vidrioso. No pude evitar sentirme un poco mal, nunca me había gustado golpear a las mujeres.

-Sam, yo...- Me quedé callado. Sabía que yo era él que estaba mal, no ella. Yo debí haber llevado a Anne a su casa.

Tomé rápidamente mi chaqueta de cuero que estaba en el perchero de la esquina y salí de mi casa a buscar a Anne. No tenía muy buen presentimiento. Pensé que haría si le llegara a pasar algo, me sentiría culpable. Porque ella es muy buena chica y se parece mucho a Lilian. Sacudí mi cabeza tratando de despejar todos esos pensamientos de mi cabeza. Sabía un poco donde vivía Anne, ya había visitado su casa algunas veces sin que ella se diera cuenta, y sé que no está muy lejos de mi casa.

Un rugido de algún auto me hizo abrir los ojos y tenzarme. Un Audi empezó a avanzar hacía mí, o eso pensaba, cuando vi la presencia de alguien más atrás mío. Anne. No me importaba nada, corrí con todas mis fuerzas y me interpuse entre el auto y Anne, esperando el duro golpe del auto.

Fallen Angel. Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora