Capítulo N°5 ~América.

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Recibí una llamada de Shindong. Me dijo que volviera, menos mal que estaba en camino. Llegué ahí y me topé con los demás. Miré disimuladamente a Alicia. Ella fruncía los labios.

-No vayas a buscar tus cosas, están acá –dijo Eunhyuk, alzando mi bolso para que yo lo retuviera. Asentí, esperé a que todos pasaran y se metieran en los ascensores. Cuando vi que Alicia subió al de la derecha, subí al opuesto. Segundos después entro Shindong que venía más retrasado por llamarme. Bajé lo más tenso posible al sentir las miradas de mis compañeros en mí, y sus respiraciones algo alzadas por lo que yo suponía, enfado ante mi actuar. El ascensor se detuvo y salí. Los del otro ascensor ya estaban afuera, por lo que me adelanté para no hablar con ninguno. Iba tan rápido y sumido en mis pensamientos, hasta que sentí un grito tras de mí.

-¡Kyuhyun! –gritó el que supuse, Sungmin por su voz. Me di vuelta y Sungmin hizo señas para que me acercara. Miré si Alicia estaba por ahí, fruncí el ceño y me cuestioné si debía ir, después de todo, ¿Qué querría decirme Sungmin? Seguro, el cuento de que era un inútil por esquivarlos. Esperé a que todos pasaran y me uní a Sungmin. Miré a Sungmin, y él solo sonrió. Vi a Alicia unirse a Sungmin y resoplé. Tal vez querría escuchar la conversación, aunque ni el mínimo me interesaba que estuviera aquí, mientras no me hablara estaríamos todos bien. Sungmin miró a Alicia y se puso a correr hasta donde estaba Siwon. Ahora si que le sacaba la madre, ¿Por qué demonios me dejaba a solas con su… Alicia… esposa? Me dispuse a caminar lo más lejos posible, rápidamente. Sin mirarla, proseguí a mi escapatoria, hasta que sentí un ligero tiron.

-No te vayas… -tomó mi muñeca, miré de donde sostenía mi brazo y tiré de él fuertemente para que me soltara. No  soportaba que me tocara, se me revolvía todo dentro, las mariposas atacaban y yo obviamente, no podía hacer nada al respecto.

-Oh vamos, niño estúpido, escúchala, aish –Heechul me señaló y me miró mal. Alcé las cejas, miré el suelo y negué con la cabeza.

-¿Qué si no quiero hacerlo? –dije exasperado, aburrido y nervioso, algo más frío de lo normal. Alicia gimió despacito al escuchar mi tono de voz. La miré de reojo y su rostro estaba crispado.

-Tendrás que hacerlo, porque yo lo digo y es por tu bien… -dijo Leeteuk, dándose vuelta mientras me miraba como cuando me mandaba hacer algo.

-Bien… -refunfuñé. Alicia comenzó a bajar la velocidad, por lo que también lo hice y al ver que ella no hablaba, inquirí - ¿Qué pasa? –la miré y hablé con tono sin compasión. Parecía que examinaba mi rostro y yo me estaba impacientando al tener sus ojos en mi rostro y casi todo lo que estuviera a su vista, más cuando me miraba intensamente a los ojos, intentando buscar algo. Juré haber visto pena en sus ojos, cuando desvió la vista y carraspeó.

-Kyuhyun… yo… -comenzó, pero decidí que debería hablar yo primero.

-Quiero hablar primero. Se que esto va de que estoy siendo un estúpido, que me porto mal, que soy infantil y todo lo que quieran, pero, ¿sabes cuánto me duele a mí? Odio las cursilerías pero por ti las hice, hice muchas cosas cursis, tiernas y aun así no bastó. ¿Tienes idea de cómo me duele verte? Me da lo mismo si es con Sungmin, él es… si, es mi mejor amigo –dudé de si aún seguía siendo mi mejor amigo, pero en el fondo si lo era- y estoy feliz por él, pero detesto verte, detesto ver tu hermosa cara y tu cuerpo, tu pelo y tus ojos, todo de ti. Me molesta saber que no te tengo, que estás casada y que vienen en camino, dos niñas. ¿Sabes que me molesta más? –negó con la cabeza una vez, porque seguí hablando- Que te hagas la inocente, que sonrías como si nada y me tengas colgando de un hilo. Que esté así no es tu culpa, o en parte sí, pero es más mía, porque yo soy el inútil que no te puede olvidar –me cansé de ir mirando el frente, por lo que ahora, me detuve- No lo soporto, no consigo olvidarte. ¿Qué es tanto lo que tienes que no te puedo sacar de mi cabeza ni cuando estoy borracho? Todos, absolutamente todos los días me emborracho, intentando ahogar las penas, pero… ¿se ahogan así? –me giré para mirarla, viendo su perfil, y como ella fruncía el ceño y sus ojos se ponían cristalinos. Se giró y quedamos frente a frente- No, no se ahogan, solo se olvidan por un momento. He pensado en suicidarme, pero… ¿vale la pena? Tal vez lo haga, después de todo, no puedo olvidarte y si tengo que vivir con tu recuerdo en mi mente, preferiría no hacerlo. He pensado en salir de Super Junior, pero… ¿vale la pena? Tal vez sí, porque así no te tendría que ver, pero no lo hago porque ahí están mis amigos, mis hermanos y más que eso, mi familia, además de ELF, a quienes valoro mucho. ¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Ah? Sé que no darás una respuesta muy convincente, no creo que me entiendas –terminé. De verdad me dolía todo esto, más de lo que todos creían y pensaban. A veces ni se que pensar al respecto. Estaba cansado de mis sentimientos, de ella, de ‘lo que fue’ y ‘lo que no será’ Quitó su vista de mis ojos, que ahora amenazaban con soltar lágrimas. Miró hacia el camino por el que caminábamos y me volvió a mirar.

Mi vida cambió (Super Junior) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora