Capítulo N°6 ~El regreso.

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Habíamos vuelto a Corea hacía casi 3 semanas. Extrañaba este país, y nada más ni nada menos que por el horripilante jet lag. Ahora, me encontraba ordenando mis cosas, en la casa que ahora, era de Sungmin y mía y próximamente, de mis hijas. Tenía 5 meses, si, ¡5 MESES! Dios, mi estómago… estaba por rodar, rodaría cualquier día de estos. Bueno no, pero, ¿me explico sobre el estado de mi estómago al decir que rodaría? Puse los últimos pantalones en donde debían ir, en el armario y salí a la cocina en busca de agua.

Cuando llegué ahí, Nana me miró y sonrió. Estaba tan vieja y su estado físico y de salud no estaban nada bien. Cada vez empeoraba más, pero se negaba a contarme que tenía. Siempre la encontraba tosiendo fuerte, pero siempre me daba la espalda y se ponía un pañuelo que guardaba antes de girarse. Si me decía que tenía yo podría hacer algo al respecto, por último pagar algo para que se hiciese un tratamiento, pero se negaba diciendo que si le llegaba la hora, tenía que partir, a lo que yo me negaba y se me nublaban los ojos. Incluso ahora pensar eso me provoca que duela mi garganta y me piquen los ojos.

-¿Qué pasa? –dijo ella, mirando mis ojos. Los desvié y fui directo al mueble de los vasos. Saqué uno y me serví agua.

-Nada… -respondí cuando terminé de tomar el agua.

-¿Viene Sungmin hoy? –dijo ella.

-Cierto… ¿debo poner más platos en la mesa? –dijo Karina.

-No lo sé… llamará, luego les aviso… -dije, sonriendo.

-Ah, tu padre ha llamado, quiere verte junto a Sungmin… -dijo Nana, tosiendo. Se giró inmediatamente y movió su brazo delante, supuse que para sacar su pañuelo. Suspiré y esperé a que se calmara.

-Bien, le llamaré. ¿Cómo estás Nana? –dije, ignorando a mi padre. Nana me importaba mucho más.

-Bien, no te preocupes… ¿Cómo estás tu? ¿No te has sentido mareada? –dijo mirando mi estómago.

-Para nada… -dije, sonriendo.

-Bien… -dijo ella, sonriéndome.

-Pero quiero que me cuentes que te pasa a ti… -fruncí el ceño.

-Oh vamos… ya he dicho que no te diré… -iba a comenzar a protestar cuando sentí algo vibrar en el bolsillo trasero de mi pantalón. Saqué mi teléfono y contesté sin mirar quién era.

-Estás muerta… -dijo y cortó. ¿Qué acababa de ser eso? Miré el registro. Número desconocido. Me estremecí y me fui sin dirigir palabra a las dos. ¿Quién había llamado y por qué me amenazó de muerte? Me senté en la cama y marqué a Sungmin. ¿Sabría algo el? Tal vez no, podría ser una sasaeng, pero a estas alturas…

-¿Aló? –dijo Sungmin jadeando.

-Lamento interrumpir tus ensayos…

-No… -sentí algo como si estuviese tragando, supuse que agua- te preocupes… ¿Qué pasa? –dijo, respirando entre cortadamente.

-Me acaban de llamar, diciendo que... “estaba muerta” –dije, pero al parecer Sungmin no escuchó.

-Cielos, espera… -dijo y cortó. Antes alcancé a escuchar que alguien llamaba su atención. Después de unos largos 10 minutos, y luego de que me comenzara a enfadar, devolvió el llamado.

-Dios, ¿Qué ha pasado? –dijo él, preguntando.

-Me han amenazado de muerte… -dijo él.

-Dame el número… -dijo. Me quité el teléfono de la oreja y busqué en el registro. Comencé a dictarlo.

Mi vida cambió (Super Junior) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora