Las luces estallan como fuegos artificiales mientras los policías comienzan a evacuar la zona. Nosotros llegamos jadeantes, tratando de ver lo que está sucediendo, veo a lo lejos la figura de un ángel que parece dejarse caer en picada con sus pies en dirección a la tierra.
— Es Lucemon... —comenta el superior Narahama— ¡Debemos entrar!
— ¿Y cómo haremos eso? —le miro mientras veo a los policías rodear la zona.
— Por el momento hay que buscar una abertura —su mano me toma con brusquedad mientras caminamos— ¡Demonios! —musita— esto se va a poner feo si ellos no logran romper el digivice.
— ¿Pero qué podemos hacer si tienen rodeado el lugar? —a donde quiera que vamos hay policías circulando y cercando la zona.
Todo estaba cada vez más obscuro y el aire se hacía cada vez más pesado alrededor nuestro; las luces de los edificios eran la única guía para saber dónde estábamos pisando. No importaba hacia donde giráramos, no encontrábamos una entrada para el lugar donde se concentraba el caos.
— ¡Hey niños! ¿Qué hacen aquí? —siento una mano jalarme desde el cuello de mi camisa.
— ¿Qué? —suelto un leve grito mientras siento el digivice de mi bolsillo vibrar.
— ¡Esto se está complicando! —grita el superior Narahama que también es agarrado del brazo por un oficial— ¡Maldita sea! ¡Suélteme! —y haciendo una pirueta parecida a una chilena le logra dar un golpe en el mentón, lográndose soltar.
— ¡Agh! ¡Mugroso escuincle! —el oficial frunce el ceño mientras se soba el lugar donde fue golpeado, a la vez que el superior Narahama le da una patada en los bajos al policía que me sostiene.
— ¡Corre! —dice agitado mientras me vuelve a jalar— no seas lenta.
— ¿¡Ahora qué!? —nos encontrábamos afuera del lugar de los hechos, dos policías nos perseguían y los digivice no dejaban de vibrar.
— ¿Lo sientes verdad? —dice el superior Narahama, jadeando— están teniendo problemas, puedo sentir la frustración de Lucemon.
— Este... —cierro mis ojos por un momento y puedo sentir mi cuerpo entumecido, no, es Ficatremon quien apenas se puede mover— Ficatremon también está en problemas.
— ¡Necesitamos ayudar! —grita casi sin aliento— el problema debe ser el niño, aunque sean más fuertes que su digimon es difícil acercarse a un infante sin lastimarlo.
— Es por eso que necesitan que estemos ahí, ¿Verdad? —hablo exhausta— como la última vez.
— ¡Exacto! Pero con estos tontos va a ser muy complicado —habla mientras seguimos corriendo.
— ¿Qué hacemos? —siento mi piel sudar.
— No lo sé... —por un momento me siento asustada.
— Ilusión de terror —escucho una voz distinta y me detengo en seco.
— ¿Qué haces? —el superior Narahama me jala de la mano.
— ¿No escuchaste hace un momento...? —pero antes de terminar la pregunta escucho a mis espaldas a los oficiales gritar de terror.
— ¡Ah! ¿¡Qué es eso!? —grita uno mientras saca su arma apuntando cerca de nosotros.
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Digimon Magic
FanfictionItchi Morinaga es una niña de 11 años de edad que vive una vida normal con su madre y su hermano menor. Es una chica promedio con un gran gusto por los deportes como es el fútbol soccer; pero un día todo cambia cuando una pequeña voz le habla implor...